Es importante distinguir entre la figura de la marca registrada y la de la patente, ambas contempladas en la Ley de la Propiedad Industrial, pero con naturaleza completamente distintas.
Las marcas, en esencia, son cualquier signo visible que distingue productos o servicios de otros de su misma especie en el mercado, pudiendo constituir cualquier denominación, palabra, oración, figura o forma tridimensional, siempre y cuando sean lo suficientemente distintivas; es decir, siempre que el consumidor al verlas (las marcas) pueda identificar el origen y la calidad del producto o servicio que la ostenta.
Puede ser una imagen, un signo, un símbolo, una palabra con una tipografía especial, un logotipo o un diseño o una combinación de estos que te distingue de tu competencia a tu producto o servicio. Lo ideal es que la registres para que nadie copie tu identidad. Al respecto, La Ley de Propiedad Industrial reconoce 4 tipos de marcas.
“A que no puedes comer solo una”; “Just do it”; “No sabe fallar”. Estos eslóganes tienen algo en común: distinguen a un producto o servicio aun cuando no se mencione la marca. Y sí: también deben ser registrados.
Una patente es el reconocimiento que hace el Estado del derecho de exclusividad del que goza la persona que desarrolla una invención. ¿Y qué es una invención? Una creación humana que permite transformar la materia o la energía existente en la naturaleza para su aprovechamiento por el hombre para satisfacer sus necesidades concretas.
Patentes y diseños protegen las invenciones industriales, frente a imitadores, que fabrican o venden el mismo producto o usan el mismo método de fabricación. Ejemplos de invenciones son, por ejemplo: la fórmula de un medicamento, un nuevo método para la fabricación de determinado producto o una nueva máquina o dispositivo que tenga una función útil para las necesidades del hombre.
El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) se encarga de la recepción y el estudio de documentos técnicos, y posteriormente el otorgamiento de marcas y patentes en México.
Primero, tiene la garantía de que el fruto de su creatividad estará protegido durante varios años y será el único que pueda explotarla de forma comercial. Segundo, se podrá beneficiar con las licencias de explotación que surjan (si la patente tiene éxito). Y tercero, hará más difícil que la idea sea plagiada.
La Ley de la Propiedad Industrial establece que serán patentables las invenciones que sean nuevas, resultado de una actividad inventiva y susceptibles de aplicación industrial.
Si requieres registrar una patente fuera de México, la patente internacional se obtiene a través del Tratado de Cooperación de Patentes (PCT por sus siglas en inglés) y la Oficina Europea de Patentes.
En la Gaceta de la Propiedad Industrial. Allí está la información de marcas y patentes que se han registrado desde ¡1873!
Identificanda tu patente, debes proceder con su registro en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y, una vez examinada la solicitud, se conferirá una patente sobre el invento en cuestión por un plazo de 20 años. El procedimiento para registrar una patente en México consta de los siguientes pasos:
Para mayor información, visita la página del IMPI, el organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propio, y con la autoridad legal para administrar el sistema de propiedad industrial en nuestro país.
Por: Gustavo Montiel Castillo, empresa Punto G
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Fuentes: