Por Ivonne González, Asesor Legal de la Incubadora de Empresas del Campus Atizapán

Emprender es la capacidad de incubar en la mente ideas creadoras que nos lleven a tomar acciones proactivas, para así convertirnos en un emprendedor.

Ser proactivo es, precisamente, una aptitud fundamental de todo emprendedor, puesto que implica la toma de iniciativa en el desarrollo de acciones creativas y audaces para generar mejoras.

Sin embargo, ser proactivo no significa sólo tomar la iniciativa ni actuar deprisa, de forma desorganizada o dejándose llevar por los impulsos del momento, sino asumir la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan, decidir en cada momento lo que queremos hacer y cómo lo vamos a hacer.

Las personas proactivas tienden a convertirse en emprendedores y, por lo tanto, son anticipativos. Por consiguiente, prevén situaciones de conflicto y, ante tales, se conducen por valores cuidadosamente meditados y seleccionados, centran sus esfuerzos, y se dedican a aquellas creaciones producto de su proactividad con energía positiva, con lo cual amplían su círculo de ideas. Con ello, pueden planear objetivos claros, como los siguientes:

  • Definir lo que quieren.
  • Conocer donde están parados.
  • Realizar un plan.

No obstante, existen otras aptitudes que van de manera conjunta con la tan mencionada proactividad, como lo son:

 

  • Creatividad.
  • Optimismo.
  • Liderazgo.
  • Iniciativa.
  • Decisión.
  • Autorregulación.
  • Responsabilidad.
  • Prevención de riesgos.
  • Capacidad de coordinación.
  • Relaciones sociales.
  • Habilidad organizativa.
  • Interés de aprender.
  • Ser paciente.

Entonces, ser emprendedor significa ser es una persona que tiene la suficiencia de visualizar metas y objetivos, sabe establecer el camino para llegar a ellos, es independiente, en tanto que lleva las riendas de su proyecto y toma las decisiones sobre su rumbo y, a la vez, posee una alta capacidad de determinación y ejecución de lo que quiere lograr. El emprendedor sabe muy bien que, para lograr sus objetivos, debe tener la habilidad de confiar y relacionarse con sus colegas y compañeros, ya que es necesario trabajar con un equipo y aprender a delegar responsabilidades para lograr el éxito.

Por todo lo anterior es menester concluir que un emprendedor es proactivo, pues no es solamente aquel que piensa y tiene grandes ideas de proyectos de negocios, sino aquel que persigue e intenta hacer realidad las mismas.

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