Este trastorno requiere atención de la familia y amigos. No le restemos atención. Aquí encontrarás información relevante para detectar, prevenir y en dado caso, ayudar a una persona con bulimia nerviosa.
La bulimia nerviosa es un trastorno mental relacionado con la comida. Para ser precisos, se trata de un desorden alimenticio causado por la ansiedad y una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico que puede llegar a poner en riesgo la vida de una persona. Se presenta en menor porcentaje que la anorexia, pero no por eso es menos grave o con menos consecuencias tanto para la salud física como la mental.
Si crees que una persona cercana a ti padece de este trastorno, te damos información clave que te ayudará a detectarla y darle tu apoyo a aquel que lo necesite. ¡Toma nota!
La bulimia nerviosa es una enfermedad que tiene causas diversas (psicológicas y somáticas) y afecta más a las mujeres que a los hombres, principalmente en la adolescencia o entre los 14 a 20 años, aunque puede durar muchos años más.
Este padecimiento no actúa solo, sino que se caracteriza por baja autoestima (sienten culpa por comer demasiado), sentimiento de culpabilidad, sensación de angustia, pérdida de control mental por haber comido en "exceso"
Los cuadros de bulimia nerviosa presentan episodios de atracones compulsivos (ingerir en un tiempo inferior a dos horas una cantidad de comida muy superior a la que la mayoría de individuos comerían), alternando episodios de ayuno o de muy poca ingesta de alimentos. Los pacientes que sufren de este trastorno, se provocan el vómito, ingieren laxantes (una baja de peso en forma brusca) y al poco tiempo vuelven a sufrir episodios de ingestas compulsivas.
Las complicaciones físicas que puede presentar una persona que padece de bulimia nerviosa suelen ser el resultado de la conducta alimentaria y las purgas, dándose como resultado las alteraciones menstruales y la amenorrea que puede desembocar en esterilidad.
La bulimia, caracterizada por los vómitos provocados, da como consecuencia incremento y reducción brusca de peso, caries dentales por los ácidos producidos, aumento del tamaño de las glándulas salivales e infección de éstas, así como heridas de la mucosa bucal y dolores en la garganta (después de vomitar).
Por otro lado se presentan otras alteraciones como pérdida de cabello, desmayos muy frecuentes, mareos, ansiedad o compulsión por comer, dolores de cabeza y migraña, piel seca y debilidad en las piernas.
En la bulimia nerviosa, las personas desarrollan una imagen corporal negativa y errónea. Tienen la idea de que el triunfo social se logra por la delgadez, por lo que desarrollan una obsesión por mantener un peso corporal debajo del normal, sin disminuir su ansiedad o compulsión por comer.
También pueden presentan alexitimia (incapacidad de experimentar y expresar las emociones de manera consciente).
La bulimia nerviosa se suele presentar más frecuentemente en familias disfuncionales y en momentos de mucha vulnerabilidad como la adolescencia o al principio de la vida adulta, influenciadas en mayor medida por la moda y la mercadotecnia.
Algunas causas como la herencia, presiones culturales, experiencias personales y familiares no favorables, contribuyen al inicio de dietas altamente restrictivas que pueden derivar en una situación de bulimia.
La bulimia en la adolescencia es una patología que debe ser tomada muy en cuenta, ya que puede traer complicaciones importantes a la salud e incluso puede llevarla a la muerte.
Entre los trastornos más comunes están el desequilibrio electrolítico, esofagitis, broncoaspiración, rotura esofágica o gástrica, neumotórax (entrada de aire a la cavidad toráxica), niveles bajos de potasio en la sangre, arritmia cardíaca, abuso en el consumo de medicamentos laxantes y diuréticos, seguimiento de régimenes dietéticos diversos, deshidratación, tumos de laringe o garganta, no siempre benigno y en casos graves, se puede llegar a fallecer por un atracón muy severo, suicidio, síntomas como ansiedad, ingesta excesiva de ansiolíticos para revertir los síntomas, atracones y conductas inapropiadas. Estos síntomas se pueden presentan al menos 2 veces por semana durante 3 meses.
Cuando una adolescente padece bulimia, no es ella directamente la que se dirige al médico, sino son regularmente sus padres los que buscan la atención médica ante la sospecha de que algo no está bien, por eso es muy importante que estés atento a cualquier cosa diferente o rara que notes en tus amigos o quizá en tus hijos. Piensa que es una alteración que es fácil de esconderse y la negación del problema sólo logrará agravarlo al dejar pasar tiempo valioso para pedir ayuda.
No dejes que tus amigas, hermanas o hijas formen parte de las estadísticas: La tasa de mortalidad se sitúa en un 5% y el 20% de las mujeres con bulimia. Se calcula que aquellos que padecen este trastorno siguen luchando contra el hasta después de 10 años.
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