El rol del nutriólogo en la sociedad ha cambiado en pocos años: pasó de ser un "planeador de dietas" a un experto que colabora en la industria alimentaria o que ayuda a combatir la obesidad y la diabetes.
En los años cincuenta del siglo pasado había ¡una! escuela para dietistas en el Instituto Nacional de Cardiología. Hoy son más de 20 las universidades donde puedes prepararte para ser nutriólogo, y la carrera también ha diversificado sus campos de acción. Pero ¿cómo se ha modificado el rol de nutriólogo en nuestra sociedad?
Cuando alguien menciona que quiere ser nutriólogo, lo primero que pensamos es que se dedicará a planear dietas. Pues resulta que hace tiempo que esta no es la única área de trabajo de este profesional. De hecho, su papel es “integrador”, como menciona el Doctor Héctor Bourges, hasta hace poco Director de Nutrición del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), “porque la nutrición es un fenómeno integral, tan complejo que exige la concurrencia de muchas disciplinas para entenderlo y estudiarlo”.
Quien se prepare para ser nutriólogo tendrá un papel protagónico en el cuidado de la salud, ya que esta profesión exige conocimientos amplios y especializados. Podrá brindar atención nutriológica a individuos sanos, en riesgo o enfermos, y a segmentos específicos de la población. También podrá administrar servicios y programas de alimentación y nutrición, así como proponer, innovar y mejorar la calidad nutrimental y sanitaria de los productos alimentarios.
Una de las razones que explica por qué en los últimos años es tan importante la tarea de quien ha decidido ser nutriólogo es la urgente demanda de profesionales que incidan en la situación alimentaria y nutricia de la población.
En los últimos 30 años ha habido un cambio vertiginoso en los estilos de vida y en el patrón de alimentación de los mexicanos. Ello nos ha llevado a adoptar hábitos poco saludables en sustitución de la cultura gastronómica tradicional. Como Bourges afirma, “la alimentación mexicana pasa por su peor momento al copiar el modelo de Estados Unidos, no por razones de salud ni de nutrición, sino por razones comerciales”.
Este cambio, caracterizado por el consumo de alimentos poco recomendables asociados a la inactividad física, ha terminado por comprometer la salud de la población. En 2016, 72.5% de los adultos mexicanos presentaron sobrepeso y obesidad. De acuerdo datos de la Unidad de Análisis Económico de la Secretaría de Salud, los costos para tratar estos padecimientos han ido aumentando de forma agresiva en este siglo, y en el último lustro han representado cerca del 33% anual en promedio del gasto público en salud.
En el año 2000, los costos directos fueron por 88 mil millones de pesos y los indirectos por 23 mil millones de pesos. En estos últimos se contabilizan los ingresos perdidos por ausentismo laboral del trabajador enfermo y la pensión de invalidez y vida. En 2014, los costos ascendieron a 151 mil millones de pesos, y una pérdida de productividad (costos indirectos) estimada en 71 mil millones de pesos. Para 2017, la cantidad había ascendido a 163 mil millones de pesos (costos directos) y 79 mil millones (costos indirectos).
El nutriólogo es un profesional indispensable para enfrentar la emergencia sanitaria que vive nuestro país por la epidemia de obesidad y diabetes. No solo con la construcción de dietas sino también creando estrategias de educación alimentaria y de prevención.
Si has decidido ser nutriólogo, incursionarás en la nutrición clínica, nutrición poblacional, administración de servicios de alimentación e investigación y docencia. Podrías ser asesor nutricional de pacientes con afectaciones cardíacas, consejero de deportistas o health coach. Asimismo, podrás colaborar en la innovación de productos con propiedades específicas para la industria de alimentos.
Al ser nutriólogo, podrás incidir en el proceso alimentario, ya sea de un individuo o de poblaciones determinadas. Para ello, requieres una visión multidisciplinaria que te permita responder con calidad y compromiso a las necesidades sociales de alimentación y nutrición, presentes y futuras.
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