La magia de nuestro país no se encuentra en los grandes destinos turísticos, habita en los 111 Pueblos Mágicos que se localizan a lo largo y ancho del territorio nacional. ¡Te encantarán!
Tradiciones, festividades, folklore, gastronomía, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad y magia es lo que emanan muchas de nuestras localidades del país. Y toda esta riqueza ha sido aprovechada para crear un producto turístico único: Pueblos Mágicos de México.
Desarrollado por la Secretaría de Turismo (Sectur), en conjunto con diversas instancias gubernamentales, el programa Pueblos Mágicos de México contribuye a revalorar un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. También es un reconocimiento a quienes habitan estos lugares y que han sabido guardar para todos la riqueza cultural e histórica que encierran.
El programa fue creado en 2001, durante el sexenio del presidente Vicente Fox. El primer sitio denominado “Pueblo Mágico”, fue Huasca de Ocampo, un poblado hidalguense famoso por sus exhaciendas, sus maravillas naturales y su gastronomía.
En la actualidad, el catálogo de pueblos mágicos del programa alcanza la cifra de 111, repartidos en 31 estados de la República Mexicana. Por número de localidades, los estados de México y Puebla encabezan la lista con nueve pueblos, respectivamente; le sigue Michoacán con ocho; Jalisco con siete; Coahuila y Veracruz con seis; con cinco los estados de Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Oaxaca y Zacatecas; con cuatro en las entidades de Chiapas y Sinaloa, respectivamente; Baja California Sur, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala y Yucatán, con tres cada estado; y con uno en Baja California, Campeche, Colima, Durango, Guerrero y Tabasco.
Diferentes entornos, diferente magia
Si es por historia, los Pueblos Mágicos de México encierran diferentes entornos: la fuerte influencia del pasado indígena (en Palenque, Chiapas), el gran legado del antiguo imperio colonial español (en Taxco, Guerrero), el escenario de importantes acontecimientos históricos en nuestra vida nacional (Dolores Hidalgo, Guanajuato), o la preservación de tradiciones ancestrales (Pátzcuaro, Michoacán).
Si es por sus atractivos naturales, los Pueblos Mágicos de México también son enormemente diversificados y ricos: las Dunas de Bilbao (en Viesca, Coahuila), la cascada Cola de Caballo (en Santiago, Nuevo León); el avistamiento del Volcán de Colima (en Comala, Colima); las cristalinas aguas del Caribe Mexicano (en Isla Mujeres, Quintana Roo), o la Sierra del Tigre (en Mazamitla, Jalisco).
Para poder pertenecer al programa, la Sectur exige a las localidades postulantes que cuenten con una población de 20 mil habitantes, así como ubicarse en una distancia no superior a los 200 kilómetros (o el equivalente a dos horas de distancia vía terrestre) a partir de un destino turístico. Además, solicitan la incorporación por parte de las autoridades municipales y estatales a la Sectur, para que éstas realicen una visita de valoración para juzgar la potencialidad del sitio.
Una vez que obtienen su nombramiento de “Pueblo Mágico”, las localidades incorporadas al programa deben obtener la renovación del mismo cada año. Esto, después de pasar la revisión del cumplimiento de los indicadores de desempeño y de los criterios de certificación del programa.
Un exitoso programa
En diversos momentos, el titular de la Sectur, Enrique De la Madrid, ha asegurado que el programa de Pueblos Mágicos de México ha sido un éxito, debido a que 85% del turismo nacional es impulsado por los mexicanos, a quienes se ha incentivado a visitar pueblos y comunidades con atractivos naturales, religiosos, históricos y gastronómicos.
Como una actividad que lleva bienestar a las comunidades locales, también ha cumplido su cometido, puesto que datos de 2014 señalan que el programa Pueblos Mágicos de México generó una derrama económica de $7 mil 200 millones de pesos, ligeramente superior de los $7 mil 100 millones de pesos que produce el turismo fronterizo, y muy por arriba de $4 mil 795 millones de pesos que dejan los viajeros que arriban en los cruceros marítimos.
Cabe señalar que, en las cabeceras municipales de los 111 Pueblos Mágicos viven 5.5 millones de mexicanos, mientras que en los puntos de atracción turística habitan 3.5 millones de personas. El inventario de estas singulares localidades asciende a 2 mil 400 hoteles, 35 áreas naturales, 21 zonas arqueológicas y 122 museos.
Pero además de reconocida en México, la marca “Pueblos Mágicos” ha trascendido fronteras, ya que recientemente la Sectur y el Ministerio de Turismo de Ecuador firmaron un convenio con el fin facilitar la implementación y el desarrollo del programa en aquella nación sudamericana.
El aprovechamiento turístico, como se ve, tiene en el país múltiples vertientes. Lo interesante es que México ha sabido beneficiarse de ellas, tanto así que nuestro país ya se ha consolidado como el sexto destino turístico más importante del mundo.
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