Es de sabios aprender de las experiencias del otro, y las 11 reglas de Bill Gates para la juventud son normas que resultan altamente aleccionadoras. ¡Y hay una regla 12 que no te debes perder!
Siempre que pensamos en personas exitosas en el mundo de los negocios se nos vienen a la mente nombres como Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Carlos Slim, Larry Page y Oprah Winfrey. Pero siempre hay un nombre que siempre aparece: Bill Gates
Con una fortuna valuada en $96,500 millones de dólares, de acuerdo con la revista Forbes, Bill Gates es cofundador de Microsoft y el segundo hombre más rico del mundo, solo detrás de Jeff Bezos (Amazon) y delante de personajes como Warren Buffett (Berkshire Hathaway), Bernard Arnault (LVMH), Carlos Slim (América Móvil, Grupo Carso), Amancio Ortega (Inditex, Zara), Larry Ellison (Oracle), Mark Zuckerberg (Facebook), Michael Bloomberg (Bloomberg L.P.) y Larry Page (Google).
En 2007, Bill Gates dictó una conferencia a estudiantes y padres de familia de una universidad, en la que les enumeró estas 11 reglas que, aunque duras, son tremendamente reales. A continuación las compartimos contigo:
La vida no es justa. Acostúmbrate a ello.
Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.
No ganarás $5 mil dólares mensuales justo después de haber salido de la preparatoria y no serás un vicepresidente hasta que con tu esfuerzo te hayas ganado ambos logros.
Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.
Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo; le llamaban “oportunidad”.
Si metes la pata, no es culpa de tus padres. Así que no lloriquees por tus errores, aprende de ellos.
Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, limpiar tu ropa y escucharte hablar acerca de la nueva tendencia en la que estabas. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu vida, empezando por tu habitación.
En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años ("todos pasan" el curso) y te dan las oportunidades que necesites para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.
La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.
La televisión no es la vida diaria. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.
Sé amable con los "nerds" (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.
Las lecciones son duras, pero valiosas, ¿cierto? Ahora, te tenemos una triste noticia:
Ya sabes: se trata de esas "cadenas" que circulan por internet donde a un personaje famoso (Gandhi, Borges, Obama...) se le atribuye la autoría de unas palabras que, en realidad, nunca redactó o pronunció.
De hecho, cuando Bill Gates hace este tipo de discursos, sus palabras son normalmente en un tono altruista y positivo, con un tono aspiracional y no aleccionador, como el texto que acabas de leer. Como ejemplo, aquí tienes las palabras que pronunció para la generación 2007 de Harvard.
Dicho lo anterior, pasemos a la...
Verifica tus fuentes. Atribuir a una persona algo que no dijo te puede costar una sansión en un trabajo escolar (debido a la falta de honestidad académica) y la pérdida de tu trabajo en el mundo laboral.
¿Y a quién le pertenecen estas palabras? Las “11 reglas para la vida” (“11 rules of life”) son de la autoría de Charles J. Sykes, mejor conocido como el autor de Dumbing Down Our Kids: Why American Children Feel Good about Themselves, but Can't Read, Write, or Add.
Las reglas no son 11, sino 50, y aparecen en el libro 50 Rules Kids Won't Learn in School: Real-World Antidotes to Feel-Good Education (disponible en Amazon) se publicó originalmente en 2007, pero su popularidad –al igual que la del Piolín optimista y los perritos tiernos– creció con la llegada de Whatsapp.
Así que ya lo sabes: sigue esas reglas (que tienen mucho de verdad) y verifica tus fuentes.
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