Seguramente te has preguntado muchas cosas sobre la pirotecnia o los famosos 'cuetes'. Aquí te contestamos algunas de las interrogantes más comunes sobre los fuegos artificiales en México.
Fotografía: Santiago Arau, @Santiago_Arau
¿Año Nuevo, Día de la Independencia o Juegos Olímpicos sin juegos pirotécnicos? ¡No, por favor! ¿Una celebración del santo partono de la iglesia de cualquier colonia, barrio o pueblio sin cohetones o castillos? ¡Desde luego que no!
Para que los fuegos artificiales se sigan preservando como lo que son, una importante fuente de empleo y un arte, debemos avanzar en la profesionalización de su proceso de producción, así como ser más precavidos y tomar mejores medidas de seguridad en su fabricación y distribución. De esta forma, podremos disfrutarlos, por muchos años más, sin quemaduras y sin gente lesionada por el uso inadecuado.
Algunos datos ubican el comienzo de los fuegos artificiales en China, cuando un bambú lanzado al fuego explotó al expandirse el aire que había en su interior. Siglos después un alquimista chino mezcló azufre, carbón y salitre, más un polvo fino de color negro inventado en el siglo IX. Para cuando Marco Polo llevó los fuegos artificiales a Europa, el uso de la pólvora ya era también festivo (por cierto: el nombre chino para la pólvora es “huo yao”, que significa fuego químico).
Los juegos pirotécnicos llegaron a América en la Edad Media. Con ellos, la pólvora pasó del campo de batalla al terreno lúdico, vistiendo fiestas religiosas, civiles y familiares. Los efectos luminosos, coloridos y festivos de la pirotecnia están basados en la química.
No fue sino hasta 1830 cuando los pirotécnicos italianos se pintaron de colores, gracias a las sales metálicas que les agregaron para embellecer sus estallidos nocturnos: estroncio para el rojo, cloruro de calcio para el naranja, bario para el verde, sodio para el amarillo, cobre para el azul. La combustión de la pólvora libera energía que se vuelve visible gracias a cada longitud de onda que llega a nuestros ojos, dando un color original a cada compuesto químico de la sal.
Si bien la pólvora es la opción más tradicional para estos fuegos, también es cierto que genera mucho humo y esto impide disfrutarlos. Así que muchas compañías dedicadas a la pirotecnia utilizan nitrocelulosa o nitroglicerina para elaborar la “pólvora sin humo”.
Tultepec, en el Estado de México, es un municipio reconocido por su tradición pirotécnica. Documentos oficiales registran accidentes reportados y permisos para la quema de artificios desde 1871. Desafortunadamente, esto sigue siendo una constante. Las cifras, a julio de 2018, registran más de 50 explosiones en Tultepec en 20 años. No queda claro si son necesarios más ajustes en el marco normativo o en la aplicación de la ley, para evitar más detonaciones y muertes en el lugar, pues alrededor del 65% de sus habitantes está involucrado en la producción.
El municipio concentra aproximadamente la mitad de la pirotecnia en el país que, según cuentan los pobladores, inició para honrar a Juan de Dios, el santo patrón de los fabricantes de fuegos artificiales del lugar, conocido por salvar enfermos de un incendio en un hospital. El festival “moderno” comenzó en 1989 y actualmente se llama Feria Internacional de la Pirotecnia, que se celebra en marzo. Incluye, entre otros eventos, competencias de fuegos artificiales y, por supuesto, el tradicional desfile. Este año el festejo tuvo castillos, globos de Cantoya, pamplonada, piromusicales (espectáculo que sincroniza el lanzamiento de los fuegos artificiales con la música) y bombas multicolor, entre otros.
Ollitas, hormigueros, mosaicos, trabucos, camelias (que solo contienen pólvora que ilumina, pero no explota), luces de bengala, buscapiés o carretillas, escupidor, abejitas, tronaderas, bombas pirotécnicas, de humo o carcasas, tracas o culebras, papeletas, barrenos, la llorona, ruedas de fuego, palmeras, voladores, palomas y palomitas, brujas, cerillitos, chifladores, candela, enjambre y, por supuesto, castillos (estructuras de madera que pueden alcanzar hasta 45 metros de altura en las que se cuelgan fuegos artificiales).
Fuente: Instituto Mexiquense de Pirotecnia
Además de las que se llevan a cabo en la Feria Internacional de la Pirotecnia en el Estado de México, está, por ejemplo, la competencia más famosa del sudeste asiático que este año reunió ocho países: Rusia, Brasil Bélgica, Finlandia, Inglaterra, China, Italia y Vietnam, bajo la consiga “los ríos que cuentan la historia”.
También es famosa la Competencia Nacional de Fuegos Artificiales de Ộmagari, que se celebra en Japón el último sábado de agosto de cada año. Convoca a 28 empresas y suelen acudir cerca de 800 mil espectadores. Los ganadores reciben el premio de manos del Primer Ministro.
Fuente: Gobierno del estado de Colima
Para que los fuegos pirotécnicos sean apreciados libres de accidentes, te recomendamos tener en cuenta lo siguiente:
Fuente: Gobierno de México
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