Uno de los ingenieros que ha dado más renombre a México en el mundo es, sin duda, es Mario Molina. Conoce más sobre la historia y obra del Premio Nobel de Química 1995.
Los ingenieros han sido responsables de diversos avances que han permitido la constante evolución de la sociedad y la mejora en la calidad de vida de las personas.
Sin duda alguna, los ingenieros han influido de manera considerable en la humanidad, englobando diversos ámbitos que van desde los avances médicos hasta los tecnológicos, sin importar su país de origen o área en la que se especializan.
Un ejemplo de ello es que, en los últimos años, diversas campañas ecológicas han alertado sobre las diferentes consecuencias de nuestras acciones poco responsables y egoístas con el medio ambiente.
Una de las lamentables consecuencias de la huella ecológica que hemos dejado como humanidad es el agujero en la capa de ozono y, aunque no lo creas, el principal responsable de este descubrimiento es nada más y nada menos que un ingeniero mexicano. ¡Así es! Un ingeniero químico mexicano, de nombre Mario Molina.
Para conocer más sobre Mario Molina y todo lo que hay detrás de este gran ingeniero, es necesario que hablemos tanto de su vida como de sus aportaciones.
Mario José Molina Pasquel y Henríquez, mejor conocido como Mario Molina, nació el 19 de marzo de 1943, en la Ciudad de México. Es uno de los siete hijos de Roberto Molina Pasquel y de Leonor Henríquez Verdugo.
Su padre es conocido por ser un especialista en Derecho y un embajador de México tanto en Etiopía como Australia y Filipinas. Asimismo, su abuelo paterno fue un distinguido jurisconsulto y alcalde de Veracruz.
Por suerte, y a pesar de que su familia paterna estaba más enfocada en el ámbito legal y político, Mario Molina decidió estudiar Ingeniería Química, en la década de 1960.
En 1965, después de graduarse, realizó sus estudios de posgrado en Alemania. En 1972, obtuvo su doctorado en Berkeley y se incorporó a un grupo de investigación dirigido por el profesor George C. Pimentel.
Durante el año de 1989, se desarrolló como profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts, adquiriendo a su vez en dicho año la ciudadanía estadounidense.
Pero su labor no paró ahí, ya que, en conjunto con su trabajo de docente, realizó diversas investigaciones que le dieron grandes frutos y cuyo principal tema de interés era el problema ambiental.
Mario pasó varios años de su vida estudiando los problemas que la industrialización estaba causando en el medio ambiente. Eventualmente, se especializó en la química atmosférica y comenzó a investigar los efectos dañinos de los CFC's, descubriendo así las causas del agujero en la capa de ozono.
Por tal motivo, es uno de los representantes más importantes de los ingenieros y de los científicos mexicanos, ya que su descubrimiento engloba ambas esferas.
Todo eso suena muy bien, pero seguramente en este momento te estés preguntando qué son los CFC's. Bueno, de acuerdo a la página Cuidemos el Planeta, los CFC's o los clorofluorocarbonos, son una familia de compuestos formados por diversos átomos de carbono, flúor y cloro. Este residuo era producido en grandes cantidades por varias industrias, lo cual tenía consecuencias ambientales bastante graves que, antes de la investigación de Molina, se desconocían por completo.
Gracias a Mario, en el año 1987, se prohibió la fabricación del CFC por medio de un protocolo internacional llamado Protocolo de Montreal.
Debido a su investigación y aporte a la humanidad, Mario Molina recibió en 1995 el Premio Nobel de Química, convirtiéndose así en un legendario ingeniero comprometido con el medio ambiente y con la lucha contra la contaminación, además de ser el primer ciudadano mexicano en recibir un Premio Nobel en el campo de la Química.
Increíble, ¿no lo crees? Para mí, es un ejemplo a seguir, ya que me demostró que mi labor como ingeniera va más allá de lo que puedo siquiera imaginar. Mario es una inspiración para todos los que quieren dedicarse a la ingeniería.
Mario Molina es uno de los ingenieros mexicanos con mayor influencia en el ámbito ecológico. Esto se debe principalmente a que ha dedicado su vida a estudiar la capa de ozono para crear conciencia acerca de los problemas que agobian al planeta Tierra y, por ende, a la humanidad.
Molina busca ofrecer una nueva visión a la sociedad en la que les ofrece mayor bienestar y la esperanza de vivir en un mundo totalmente sustentable. Es mayormente reconocido tanto por sus trabajos como por sus investigaciones relacionadas con el deterioro de la capa de ozono.
Pero, ¿cómo logró llegar a tales conclusiones? Bueno, para contestar dicha pregunta, es necesario que nos remontemos al año de 1974. Comenzaré diciendo que, para ese entonces, Molina se encontraba trabajando con un científico de apellido Rowland y con un equipo dedicado completamente a la capa de ozono.
Durante su investigación, observaron que la principal causa de este fenómeno era la emisión de gases que salían de las industrias y las casas. Con toda la evidencia en mano, decidieron alertar y concientizar a la sociedad sobre estos gases y el efecto que tenían en nuestro planeta.
Molina y Rowland no quisieron limitarse a únicamente señalar lo que ocurría, sino que las personas reaccionaran. Es por eso que, en 1974, ambos divulgaron sus investigaciones en la revista Nature.
Después de esto, las grandes empresas se vieron obligadas a trabajar en conjunto con las diversas naciones para contrarrestar la contaminación que causaron. Fue así como, en el año de 1987, fue firmado el Protocolo de Montreal en el cual las empresas se comprometían a detener la producción de CFC y sustituirlo por otros compuestos menos dañinos.
No cabe duda que Mario Molina es un orgullo para nosotros como ingenieros y sobre todo para los mexicanos, pues encontró el equilibrio perfecto entre aquello que le apasiona y aquello que le preocupa, logrando así una increíble aportación.
¿Cómo seguir sus pasos? Lo que te puedo decir es que te prepares, estudies mucho y busques hacer algo que cambie el mundo, pero que también te apasione. Existirán ocasiones en las que pensarás que es difícil, pero no renuncies.
En conclusión, Mario Molina es uno de los grandes ingenieros mexicanos que no solo se preocupa por los intereses de la humanidad, sino que también sabe que tiene que existir un equilibrio entre el hombre y la naturaleza, pues ambos dependemos el uno del otro.
Además de que es primordial cuidar lo que nos ofrece el planeta en el que vivimos, esto demuestra que ser ingeniero va más allá de crear e innovar cosas y que estos profesionales desempeñan un papel de gran importancia en el mundo.
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