La equidad de género ha logrado que las mujeres tomen puestos profesionales que hace un siglo no se imaginaban. Te damos algunas razones por las que deberían de voltear a ver una ingeniería
Solo el 5% de las mujeres de los países de la OCDE aspiran a estudiar una ingeniería, mientras que el 18% de los hombres tiene en sus planes una carrera como ingeniero.
Pero esto no quiere decir que las mujeres no se interesen por estudiar o por convertirse en profesionales si no que las jóvenes están más interesadas por cargos lesgislativos, ejecutivos y de la salud.
Y en muchas ocasiones se pensará que podrían ser las hablidades lo que detengan a las estudiantes a optar por una ingeniería, pero un estudio reveló que los resultados de las mujeres en edad de 15 años son superiores o iguales a los de sus compañeros hombres.
¿Cuál es el problema con que no opten por una ingeniería a la hora de elegir su vocación? La necesidadde la participación femenina para el crecimiento económico y efecto multiplicador en las sociedad en México
(Fuente OCDE PISA IN FOCUS 2012)
Al momento de pensar sobre la ingeniería, nos viene a la mente la idea de un hombre con corbata, un traje de construcción o un casco. Sin embargo, se está volviendo cada vez más común el ver a mujeres ocupar cargos y posiciones laborales que hace algunas décadas solo eran para el género masculino. La apertura de esos espacios profesionales y de trabajo para el sexo femenino se debe a diversos motivos y, en este artículo, te contaremos algunas razones que nos explican el porqué de que las mujeres pueden ser grandes ingenieras.
La misma institución defiende que el tamaño de los cerebros no se relacionan con las habilididades femeninas, sino que las capacidades en ocasiones se ajustan de manera generalizada por las normas sociales y culturales; lo cual podría ser un beneficio para las mujeres que estén pensando en estudiar una ingeniería, pues podrían ser poseedoras de capacidades que normalmente no se ven en el varón. Te enumeramos algunas habilidades importantes.
Los ingenieros, por la naturaleza de su profesión, deben enfrentar diariamente la necesidad de resolver problemas o situaciones complejas y, para lograr retos de ese estilo, es necesario contar con una gran creatividad.
Si bien esta cualidad no es exclusiva de las mujeres, el estilo de vida actual que desarrollan las hace aptas para enfrentar múltiples tareas que requieran de mucha creatividad. Las mujeres enfrentan a una sociedad que espera de ellas muchas cosas, como:
Para lograr cumplir con esa alta demanda de obligaciones, las mujeres tienden a ser muy creativas. Esa realidad significa que su creatividad se puede trasladar a un ámbito profesional exigente, como el mundo de los ingenieros.
Un caso histórico que debes conocer sobre una mujer creativa es el de la estadounidense Edith Clarke (1883–1959), quien fue la primera mujer en graduarse de una maestría de ingeniería eléctrica en el MIT. A Clarke se le atribuyen los diseños de los cableados eléctricos y telefónicos que revolucionaron la industria de la telecomunicación a mediados del siglo XX.
Las matemáticas, la física y la programación son áreas de aprendizaje que la sociedad etiqueta como "temas difíciles" y que, en ocasiones, causan que las personas duden antes de cursar alguna ingeniería.
Lo que sucede con las personas que se expresan de esa forma es que no sienten pasión por la ingeniería, y es allí donde entra en juego el papel de las mujeres que sí pueden desempeñar esta profesión de forma exitosa, porque ellas se esfuerzan en muy altos niveles cuando se apasionan por un tema u objetivo.
Un caso de éxito histórico es el de la ingeniera Sarah Matter, una mujer estadounidense que inventó el periscopio en 1845. En una ocasión, cuando a Matter le pidieron que definiera su invento, ella lo hizo con estas palabras: "La naturaleza de mi invención consiste en la construcción de un tubo, con una lámpara unida a un extremo del mismo que puede ser hundido en el agua para iluminar objetos, y un telescopio para ver dichos objetos y hacer exámenes bajo el agua”.
Por supuesto, para la época era impensable que una mujer inventara un artefacto tan complejo y que, además, fuera capaz de dar una explicación tan sencilla sobre un invento que, para la fecha, fue fascinante y revolucionario.
Como ya lo mencionamos antes, en la sociedad actual, las mujeres necesitan tener su mente al pendiente de múltiples temas a la vez. Es una exigencia común en la vida de las empresarias, las oficinistas y las amas de casa.
Diariamente podemos conocer a mujeres que no solamente tienen la capacidad de cuidar a sus hijos y tener una vida laboral estable, sino que también pueden cumplir con las exigencias de resolver numerosas tareas del ámbito científico en cortos periodos de tiempo de manera satisfactoria.
Las personas que estudian ingeniería se enfrentan diariamente a situaciones que les obligan a repartir su atención y sus esfuerzos en diferentes cosas al mismo tiempo, una exigencia que no representa un reto tan mayor para las mujeres.
En series, películas y revistas es común ver a las mujeres como modelos, amigas, amas de casa, maestras, enfermeras. Lo que sí es muy raro es ver que un personaje femenino esté presente en algunos campos de la ciencia, donde la ingeniería es una de las más comunes áreas de trabajo.
Sin embargo, estas ideas son anticuadas, ya que a lo largo de los años han sido muchísimas las mujeres que han dejado su huella en la ciencia que han hecho posibles grandes avances científicos.
¿Sabías que la persona que programó el cohete que llegó a la luna era mujer? Se llamaba Margaret Hamilton y son famosas las fotografías que le muestran junto a una montaña de hojas de 2 metros de altura que reunían el código que ella programó para que el Apolo 11 llegara al satélite de la Tierra.
Por otro lado, tenemos a Marie Curie, quien no era ingeniero pero, de no ser por ella, muchas ramas de la física que hoy son indispensables para la ingeniería no estarían ni cerca ser lo que son hoy.
En fin, los estereotipos no son reflejo de la realidad sino que son el resultado de una percepción construida por la sociedad, y si tú eres mujer y deseas estudiar una ingeniería, estos prejuicios no deben limitarte en absoluto.
En cuanto a las mujeres en universos laborales como la ingeniería, no solo se trata de tener las mismas oportunidades de trabajo, sino también de garantizar que los salarios sean equitativos y que a ambos sexos se les ofrezca las mismas condiciones laborales. Para que las mujeres tomen cada día un rol más protagónico en áreas de la sociedad donde siguen existiendo tratos desiguales, es necesario que se involucren y entren a la sana competencia.
Si eres mujer y quieres estudiar ingeniería, ¡hazlo! Créeme que es muy probable que tus compañeros de la carrera estén más que felices de ver cada vez a más mujeres en el aula de clases.
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