Todo el mundo juraría que es una humano, pero no lo es. Se trata de Sophia, una sorprendente muestra de lo que la Ingeniería Robótica es capaz de hacer. ¡Conócela!
Desde hace algunos años, la tecnología ha sido un factor clave para la evolución de la sociedad debido, principalmente, a que influye en la mejora de la calidad de vida de las personas. Dicho lo anterior, debes saber que la Ingeniería Robótica es una de las ramas de la ciencia que más ha aportado al progreso.
Un ejemplo de ello es la creación de “Sophia”, un robot que se comporta como tú y como yo. Y es que gracias a la evolución de las nuevas tecnologías, se ha logrado diseñar un sistema capaz de actuar como un humano.
Empezaré diciendo que Sophia es un humanoide; es decir, un robot que posee ciertas características que le permiten comportarse como un humano, pero que no lo es. Dicho sistema fue desarrollado por la compañía Hanson Robotics con el fin de que pueda aprender y adaptarse al comportamiento humano logrando, a su vez, la interacción con personas.
La apariencia de Sophia se inspiró en el físico de la actriz Audrey Hepburn y de la esposa de su creador David Hanson.
Por otro lado, su piel fue fabricada por un tipo de silicona única que la misma empresa ideó. Lo interesante es que está conectada a una serie de circuitos que le permiten realizar diferentes movimientos faciales; es decir, la posibilitan para adoptar diversas expresiones faciales.
Posiblemente pasará por tu mente, ¿cómo le hace para identificar a las personas con las cuales está entablando una conversación? La respuesta es más sencilla de lo que parece, puesto que lo hace gracias a dos cámaras que se encuentran situadas en sus ojos y que cuentan con la tecnología de reconocimiento facial, lo que le permite hacer contacto visual.
El responsable de la creación de Sophia fue el ingeniero estadounidense David Hanson. Para el 2003, Hanson fundó su propia compañía la cual llamó Hanson Robotics, empresa que se centró en la creación y desarrollo de robots, específicamente de humanoides.
No obstante, Sophia no fue el primer sistema que desarrollaron. Lo anterior se debió a que primero necesitaron realizar diversas investigaciones, así como crear diferentes materiales que pudieran ayudar a la mejora de los mismos robots.
Tal es el caso de "Frubber"; es decir, de la nanotecnología que logra imitar tanto a la piel como a la musculatura que poseemos las personas.
Seguramente, como a muchas otras personas, te pasará por la mente una duda: ¿cómo es que funciona Sophia?
Bueno, pues podemos decir que el sistema de este robot se divide en tres áreas principales, las cuales son:
Podemos concluir diciendo que Sophia tiene una gran capacidad de almacenamiento y de procesamiento, pues todo lo que diga tiene que tener coherencia. Esto, a su vez sirve para que los técnicos analicen cada una de las cosas que aprende Sophia mientras interactúa.
Ya que conocemos un poco acerca de Sophia, es momento de hablar sobre el papel de la Ingeniería Robótica en esta creación. Y es que el cerebro de Sophia se encuentra formado por un conjunto de circuitos, sensores y placas que se relacionan entre sí para permitir que Sophia pueda articular sus respuestas. Eso sí, cabe destacar que todos los sistemas que posee en su cerebro se pueden observar en su cráneo de plástico.
Lo que hace que Sophia sobresalga sobre otros robots es que ha desarrollado tres características vitales: creatividad, empatía y compasión. Esto a su vez ha permitido que, a la hora de entablar una conversación, la experiencia sea única pues parece que estás con otro ser humano.
Asimismo, es importante decir que Sophia es el único androide capaz de manifestar hasta 62 expresiones faciales que permiten hacer más real dicha interacción. Todo el potencial que tiene Sophia es gracias al "Character Engine AI", el cual es un software de inteligencia artificial que le otorga "personalidad", misma que va desarrollando conforme a la experiencia que adquiere y, a su vez, madura con cada interacción que realiza.
Otro de los mayores logros que se llevaron a cabo con Sophia fue que a este androide se le otorgó la ciudadanía saudí, teniendo en cuenta las restrictivas políticas de la misma nación.
Es importante que aclaremos que Sophia no solo es un robot, sino por el contrario, la podemos considerar como una gran promesa de la tecnología, de lo que nos espera en un futuro, de la capacidad y el potencial que poseemos los seres humanos para lograr lo inimaginable, de los retos que enfrentamos como sociedad y lo que nos hace falta por desarrollar.
Sophia avanza de forma considerable en su camino para convertirse en una figura de clase mundial, puesto que permite conocer más de cerca la interacción entre hombre- máquina y mejorar así el vínculo entre la tecnología y el humano. Eso sí, debes saber que falta mucho camino por recorrer, pero con la ayuda que se obtiene de los conocimientos de la Ingeniería Robótica será más sencillo avanzar.
Ten presente que tú podrías ser parte de las innovaciones que vienen en el futuro si te decides por estudiar esta carrera, así que está en tus manos participar en este tipo de proyectos.
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