¿Te has preguntado por qué nos dan miedo los payasos? Descubre cómo es que la idea de maquillaje, nariz roja y cabello esponjado crea una sensación espeluznante.
Haz un esfuerzo y trata de hacer memoria. ¿Cuál es el recuerdo más lejano que tienes sobre un payaso? Quizá recuerdes una fiesta infantil, un dibujo en el kinder o en la primaria, incluso un juguete que tenías de pequeño. Si bien, no todos asocian los payasos con un recuerdo terrorífico, existen muchas personas que no les agrada la idea de ver o convivir con un payaso, pero ¿por qué sucede?
En realidad esta pregunta tiene muchas respuestas. Son tres razones principales por las que nos dan miedo los payasos y suelen ser: por una experiencia previa, por un efecto psicológico, o por un estímulo social.
¿No le cachaste nadita? Déjame explicarte cada una de ellas.
Nuestro miedo a los payasos puede desatarse de una experiencia previa. Si cuando estábamos niños, alguien nos asustó usando un traje de payaso, es posible que esto pueda tener un efecto a posterior, originando un temor a raíz de lo que recordamos y los estímulos que tuvimos previamente.
Si bien, algunas de las teorías de Sigmund Freud han sido deshechadas por varias corrientes psicológicas, aún quedan teorías que pueden explicar los procesos de la mente humana. Una de ellas es la de Lo Ominoso o Lo Siniestro, definiéndolo como aquella variedad de lo terrorífico que se remonta a lo antiguo y lo familiar. De ese modo, explica que algo muy conocido, como el rostro de un payaso puede provocar una reacción ambivalente, generando una sensación inquietante que cause rechazo.
Es decir, que detrás de la sonrisa permanente y la nariz roja, la cual nuestra mente puede interpretar en general como algo positivo, los rasgos exagerados del payaso al maquillar sus rasgos faciales, así como la risa constante, pueden desatar una sensación implacentera, ya que ocultan la identidad de la persona y sus intenciones, provocando malestar y ansiedad.
Quizá de los mejores ejemplos es la película "Eso", con el payaso Pennywise, adaptación del libro "It" de Stephen King. Este estímulo social, marcó a una generación de niños que al ver a un payaso, pueden experimentar una sensación natural de desconfianza y ansiedad, al relacionar a la figura del payaso con un estímulo negativo.
Mientras que para algunos se queda en un miedo pasajero o una sensación inquietante, hay otro nivel de temor que pueden llegar a causar los payasos. Se conoce como coulrofobia al miedo a los payasos y lejos de percibirse como algo gracioso o sin sentido, la persona que experimenta la fobia puede llegar a experimentar severos ataques de ansiedad al estar en presencia de la imagen de un payaso.
A menudo, cuando existe un miedo irracional que pueda tipificarse como una fobia, es preciso que el individuo visite a un profesional o explore opciones de autoayuda. En estos casos un especialista puede recurrir a la psicoterapia como método de tratamiento, permitiendo a sus pacientes familiarizarse poco a poco con el estímulo que les causa pavor, haciendo que el miedo disminuya paulatinamente.
¿Te interesa conocer cómo funciona nuestra mente? Conviértete en un profesional de la salud mental estudiando una Licenciatura en Psicología.