Si eres padre con hijos en preparatoria, te damos algunos consejos para ayudarlo a pasar por esta etapa tan importante en su vida.
La llegada de la adolescencia es, quizá, una de las etapas del desarrollo humano que generan mayor inquietud y angustia en el joven y en los padres de familia. Estos son sentimientos naturales, ya que este el momento en que el joven se está preparando para ser un adulto autónomo, autosuficiente y capaz de desarrollar su propio plan de vida, así como la toma de decisiones.
Por lo anterior una de las mayores interrogantes que surgen para el padre de familia es ¿cómo tratar al joven adolescente? ¿hasta dónde llegan los límites? ¿hasta dónde se la da autonomía y libertad de decisión?
Te brindamos algunas sugerencias con base a los que normalmente hacemos en la educación de nuestros hijos y lo que debemos de tener cuidado para evitar realizar.
1. Falta de involucramiento vs. supervisión y orientación
Un error común es creer que el adolescente requiere de amplio espacio personal en lo que respecta a la escuela, las amistades y el noviazgo, principalmente. Sin embargo, aunque efectivamente requiera mayor espacio, ahora más que nunca necesita orientación.
Lo anterior implica saber quiénes son sus amigos, si está interesado románticamente en alguien, cómo va en calificaciones, qué materias le gustan y cuáles le desagradaran.
Pero ¡cuidado!, la supervisión no se debe convertir en un interrogatorio interminable, ni en una táctica de hostigamiento sino que, en vez de preguntar incisivamente quienes son sus amigos, quizá la alternativa sea invitarlos a casa o incluirlos a alguna salida familiar.
2. Imposición vs. fomentar la reflexión
Con la intención de proteger al hijo puede ser que, por el contrario, hayamos impuesto un amplio listado de reglas. A esta edad, hay normas negociables, pero es necesario razonar sobre el propósito de la regla, es decir las consecuencias que existen de actuar en contra de ésta. Por ejemplo, en lugar de limitarnos a prohibir que use el celular mientras maneja, es necesario hacerlo reflexionar sobre las consecuencias para su persona y otros del riesgo que esta actividad presenta, al ser una conducta negligente. Habrá otras reglas como la hora de llegada que pueden ser negociadas, pero es importante hacerlo reflexionar sobre la seguridad como un valor prioritario y cómo éste influye en los horarios en los que el riesgo se incrementa al estar fuera de casa.
3. Compartir la historia personal vs. fomentar el autodescubrimiento de sus propios objetivos
A veces esperamos que nuestros hijos vivan lo que nosotros en su momento no pudimos por diferentes circunstancias; por ejemplo, si no pudimos estudiar Derecho esperamos que nuestro hijo estudie esta carrera, e insistimos en los beneficios de la profesión, sin embargo la verdadera enseñanza que se comparte con los hijos es que quizá por falta de orientación o planeación no nos fue posible estudiar la profesión que deseábamos, pero será él quien tenga que decidir cuál es su pasión con el aprendizaje que le heredamos sobre la importancia de la planeación y el autoconocimiento.
4. Darle “todo” lo que no tuve vs. fomentar el valor del esfuerzo
“Quiero que tenga lo que yo no pude”. El darle el celular, el coche, el viaje a Europa que tú no pudiste tener, no es necesariamente positivo. Es importante que aprenda la importancia de trabajar por las cosas y el sentimiento de logro que se experimenta a partir de realizar el esfuerzo para conseguir lo que se había puesto como meta. Si te es difícil decidir entre lo que sí estamos dispuestos a conceder y lo que no, pregúntante: ¿qué valor o mensaje estarás dando con esta decisión en lo que respecta a cosas materiales?
5. Protegerlo y defenderlo de todo y todos vs. fomentar la resiliencia
“Que a mi chiquito no le toquen ni un cabello”. Si a una demostración de aparente daño a tu hijo (a) reaccionas sin investigar o buscas contentarlo, es necesario que sepas que estás promoviendo que sea frágil en vez de resiliente. Si argumenta que obtuvo una calificación injusta y tu reacción es ir inmediatamente a la escuela a reclamar en vez de solicitarle que te explique la forma de evaluación, no estás contribuyendo a que él tome una actitud resiliente. Fomenta que sea él quien establezca el diálogo con la persona indicada en el colegio.
En Prepa UNITEC el trabajo formativo de los estudiantes lo hacemos en conjunto, a través de los padres de familia y los profesores. Conozca más del modelo educativo de nuestra preparatoria.