Si quieres saber más sobre la red 5G, las ventajas y los retos que nos traerá como usuarios, sigue leyendo y entérate de los cambios que viviremos en unos próximos años.
Una frustración constante cuando estamos conectados a internet es que la conexión no funcione, que cargue lento, que se desconecte, entre otras cosas. A pesar de ello, la mayor parte del tiempo la pasamos conectados en el internet móvil, con los datos de nuestro celular, no en el de nuestros hogares.
Actualmente el internet móvil que empleamos en nuestro móvil es 4G ó LTE. Podría parecer casi perfecto, sin embargo existen varios retos que afrontar a la hora de la densidad geográfica con acceso a internet, la distribución geográfica y los servicios brindados. Cada vez son más los proveedores de internet que se están dando cuenta que al ofrecer servicios de sms, voz y datos, los dos primeros están quedando relegados por los usuarios, siendo los datos una tendencia que crece en el gusto de los consumidores. Y no es para menos, ya que a través de estos datos, el usuario puede acceder a servicios de entretenimiento, comunicación, descarga de contenidos, uso de aplicaciones, entre otros más.
En el Mobile World Congress del año 2016, se hizo un llamado a los operadores móviles para que comenzaran con el montaje de la red celular que reemplazaría al 4G y que se espera que llegue en el 2020: El 5G.
No es la combinación de 3G + 4G o hablando en términos técnicos UMTS+LTE M, sino que este modelo abarca nuevos elementos, a tal grado que es necesaria una nueva infraestructura, un cambio en los dispositivos y una modificación en las regulaciones de uso.
Tan solo comparemos las redes anteriores con la 5G: el estándar de la red 4G LTE tiene una velocidad promedio de 20 a 75 Mbts por segundo mientras que la red 2G GPRS/EDGE usada en los primeros iphones tiene una velocidad de 128 Kbts por segundo para GPRS y 512 Kbts por segundo para EDGE. Con la red 5G tendremos en nuestro bolsillo una velocidad de hasta 1.7 Gbts por segundo o más.
La historia de las redes móviles puede segmentarse por 1G, 2G, 3G, 4G…y 5G. La 1G nos trajo el servicio básico de voz, la 2G nos trajo los SMS, mejor cobertura y una navegación en pañales, la 3G nos trajo el Mbt por segundo y el video en una velocidad lenta o casi imposible de reproducir y el 4G LTE nos trajo las transmisiones en directo y videos en HD (como Snapchat o las Historias de Instagram).
Si hablamos de un salto de 20 Mbts por segundo del actual 4G a un salto de 1 Gbt con por segundo con 5G esto llega a ser algo muy emocionante.
Imagina los nuevos usos que se le darían a esta red. “Su poder está más allá de nuestra imaginación” como dirían en Dragon Ball Z.
Este salto puede representar un reto para la adopción del 5G, ya que un usuario promedio actual no necesita pagar más de 1 Gbts de internet porque al momento el 4G satisface sus necesidades. Es decir, la velocidad ofrecida por el 5G será sobrada para la mayoría de los usuarios promedio.
Sin embargo, es necesario pensar que el usuario de hoy no será el mismo que el del mañana, del mismo modo que el número de usuarios que accesan a este servicio probablemente no sea el mismo.
Y es que cada avance tecnológico que hemos tenido mejora nuestra calidad de vida, la forma en la que nos comunicamos, desarrollamos y entretenemos.
Con el 5G nace una nueva área de oportunidad de negocio, ya que la velocidad de la navegación expande los límites de la conectividad global. Piensa ¿Qué nuevas industrias nacerán? ¿Qué sectores serán revolucionados por este cambio?
El famoso IoT (Internet de las cosas) se sustenta en estas características, siendo “mayor densidad de conexión” la pieza fundamental para esta tecnología. Miles de cosas conectadas a internet censando y enviando información, probablemente incentivará una mayor creación y desarrollo de ciudades inteligentes, apostando por un ecosistema totalmente digital en donde vamos a poder “comunicarnos con las cosas”, desde el internet de los baños (baños inteligentes), pasando por el internet de los perros (perros conectados), hasta el internet de las mentes (cerebros humanos conectados). Bueno, quizá para esto todavía falten más de dos años, pero sería genial ver una conciencia digital colectiva dentro de poco. Quizá los asistentes de voz como Alexa, Siri y Cortana tomen un papel más importante en la vida cotidiana del usuario.
Sin embargo no todo es color de rosa con esta red, ya que los dispositivos celulares actuales posiblemente no sean compatibles con esta tecnología y tal cual como sucedió con la transición de 2G a 3G, sea necesario adquirir nuevos equipos que soporten las características de esta red. ¿El costo de ellos se incrementará? ¿Serán accesibles para todo público? Probablemente los servicios empleados requerirán sensar y comunicar datos ¿Cómo se manejará la privacidad y qué fin se le dará?
Toda tecnología conlleva una gran responsabilidad, por eso tenemos que analizar cómo serán obtenidos los datos y la manera en la que serán tratados. En la mayoría de los países todavía no existe un marco regulatorio para el 5G y aunque algunos ya se encuentran trabajando en esta tarea, los verdaderos retos no se presentrarán hasta que no se ponga esta red en práctica, trascendiendo del papel a la vida diaria.
Por eso, la siguiente vez que alguien te pregunte “¿Qué es la red 5G?”, no le digas “Lo que viene después del 4G” sino define el concepto de esta red tomando como base sus características claves, el uso que le podremos dar y los retos que nos traerá como usuarios de esta tecnología, ya que si algo provoca esta tecnología es un mundo más conectado y una mayor presencia digital.
La brecha entre lo offline y lo online es cada vez menor, avanzando poco a poco hacia un futuro mágico. Como diría el escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke «Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia».
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