Para los mexicanos equivaldría a un “sorbete”, una “nieve” o un “helado”, como se le quiera nombrar. Pero en Perú, las cremoladas son exquisitas por la fuerte presencia de las exóticas frutas del país.

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Nos ubicamos en la ciudad de Trujillo, en el poblado de Huanchaco, hacia el norte de Perú. Es  una ciudad  situada a la orilla del Océano Pacífico y, por lo tanto, su calor es muy agradable.

En esta playa, la temperatura oscila entre los 16 a los 26°C y, para refrescarte, puedes degustar las cremoladas, deliciosos  sorbetes elaborados con pulpa de frutas exóticas de la selva de Perú, endulzadas con azúcar y sin conservadores.

Conocida originalmente como “crema helada”, la cremolada  se ha convertido en el refrescante natural preferido para miles de peruanos y turistas. Este manjar helado es posible gracias a la variedad de frutas que posee Perú.

Las mejores cremoladas son creadas por un ingeniero en alimentos, el cual tiene su establecimiento llamado Océano desde hace ya 22 años. Cuenta con 25 sabores, donde puedes disfrutar este tipo de sorbete de los sabores más exóticos, pero sin dejar a un lado los clásicos.

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Sabores para todos los gustos

Para degustar una cremolada de un sabor desconocido para nosotros los mexicanos, probamos la de aguaymanto. Esta fruta originaria de Perú concentra gran cantidad de nutrientes y componentes bioactivos, y su sabor es  muy ácido,  parecido como al nanche.

También hay la cremolada de aguaje o palma de moriche, una fruta exótica de la selva, de sabor agridulce parecido a un tamarindo, pero fermentado. En verdad, su sabor es muy rico. Además de poseer cientos de vitaminas y minerales que ayudan a la apariencia de la piel, este fruto amazónico es muy recomendado y es  consumido de diferentes formas, ya sea en su estado natural, en jugos o refrescos.

Para los que quieren experimentar un nuevo sabor está la cremolada de camu- camu, de sabor ácido y dulce a la vez, parecido a una toronja. Es una fruta proveniente de un arbusto con alta concentración de vitamina C y con el doble de acidez al de una naranja. Esta fruta rica en minerales como hierro y fósforo es de piel rojiza y pulpa amarilla,  y es del tamaño de una ciruela aproximadamente. Tiene la propiedad de prevenir obesidad, combatiendo la fatiga y el estrés;  con su tallo y corteza se hacen infusiones.

Otro sabor de cremolada desconocido para los mexicanos es de lúcuma, un fruto muy parecido a la ciruela amarilla, aunque de un hueso grande. Se ocupa principalmente para relleno de postres y bizcochos, porque tiene un poder endulzante bastante fuerte sin necesidad de utilizar tanta azúcar. Crece en arboles endémicos de Perú, y se puede consumir fresca o se pude secar para condimentar muchos platillos típicos de este país.

Claro, como sucede con nuestras clásicas nieves, también hay las cremoladas de sabores típicos como maracuyá, chirimoya, guanábana, limón o coco. Este último sabor y aguaymanto son los más preferidos por propios y extraños.

Si quieres saber más de las experiencias vividas por mis compañeros chefs de la Licenciatura en Gastronomía UNITEC, sigue pendiente del blog: En la última entrega conocerás sobre la tradición gastronómica en Otuzco, Perú.

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Por el convenio firmado entre la UNITEC y la Universidad Peruana del Norte (de la red Laureare International Universities), un equipo de chefs profesionales de la UNITEC se capacitó en la culinaria peruana y, a su vez, los chefs de la UPN hicieron lo propio con la cocina mexicana.. Este es un plus que, a partir de ahora, obtendrás al estudiar la Licenciatura en Gastronomía en la UNITEC.

 

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