Herramientas que han transformado la profesión de contador

Un giro de 180 grados. Así, llanamente, se podría describir la transformación que ha sufrido la profesión contable en las últimas décadas. Veamos algunas herramientas que han permitido este contundente viraje.

Todavía en la década de los 70’s, cuando los directivos de una empresa demandaban el balance mensual, el departamento de contabilidad se ponía a temblar. No era para menos, los entonces conocidos como “arrastra lápices” literalmente llevaban los libros contables a mano y, si acaso, tenían como su mejor aliado a una calculadora.

Hoy en día, en cambio, cualquier programa le permite a un contador hacer un cierre contable con tan solo pulsar una tecla. Mejor aún, también puedes depositar las cuentas, liquidar los impuestos y hasta enviar facturas, todo mediante vía electrónica.

Para entender este cambio tan radical que ha tenido la profesión contable, dice el Mtro. Raúl Ruelas Silva, profesor de la UNITEC Campus Guadalajara de las asignaturas de Contabilidad Financiera, Costos y Precios, Modelo de Gestión de Negocios y Economía, hay que irnos al contexto. “Entonces –detalla- era una economía cerrada y proteccionista, donde el contador era meramente quien controlaba ingresos y gastos, sin tener una participación activa en la empresa y en su consejo”.

Sin embargo, el docente distingue 2 factores a partir de los cuales la contaduría se transformó y, con ellos, la profesión del contador:

• La economía global y la globalización de los mercados, que obligó a los países a abrirse y a modernizarse en materia contable, fiscal y financiera.
• La era informática o digital, a partir de la cual no puede entenderse la contabilidad de hoy en día.

Un parteaguas tecnológico

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s) han sido, para el Mtro. Ruelas, el parteaguas que vino a transformar el quehacer contable. Dentro de ellas, distingue varias herramientas:

De la mano del desarrollo del hardware vino el desarrollo del software y, con él, la aparición de paqueterías contables tan memorables como la plataforma Contpaq, que a los contadores les vino a facilitar la vida. “Antes –recuerda el entrevistado- llegué a llevar el inventario del almacén con tarjetas. Ahora, con 2 o 3 botones que muevas, imprimes y sale toda la información”.

Aunque Ruelas la cataloga como una herramienta secundaria, para el también asesor empresarial, un programa de hoja de cálculo es la más importante de todas ellas. “Es un magnífico auxiliar, porque si vacías en un programa de hojas de cálculo, la información financiera puedes hacer movimientos y obtener indicadores económicos como la rentabilidad del negocio, la utilidad del mismo o  el retorno de la inversión”.

A Ruelas le sorprende cómo se puede guardar tal cantidad de información, del tamaño de un “tren”. Eso para él es muy bueno para la empresa, porque se puede tener un historial, hacer comparativas y saber en qué momento empezó a tener problemas o financieros o en qué momento puede salir de los mismos. Además, valora la gran ubicuidad que le da al usuario de la información, quien puede hacer uso de ella desde cualquier lugar donde se encuentre trabajando.

Muy en boga hoy en día, Ruelas incluye esta herramienta como indispensable para el profesional de la contabilidad, ya que les permite actualizarse. Pero también, aclara, es  necesaria para los estudiantes como método de aprendizaje y para las empresas, porque les ayuda a conocer en qué otras ideas de negocios pueden participar o saber cómo resolver problemas que en un futuro puedan tener.

El contador 4.0

En esta nueva era, el rol del contador también se ha revolucionado. “No es el contador que manejaba y registraba los libros, y el que guardaba la información con todos documentos”, recalca  el docente del Campus Guadalajara. Tampoco, añade, es un todólogo, que hacía de todo pero muy limitado. “Hoy –define-, se ha convertido en un asesor, en un consejero, en un estratega muy activo de la empresa”. Por ello, subraya,  tiene un aporte real y medible de su desempeño y que, por ejemplo, se puede traducir en la maximización de las utilidades y el control de costos.

Pero con todas las ventajas que ha traído al contador esta nueva era tecnológica, él nunca pasa por alto varias recomendaciones, sobre todo en su papel de docente. Estos son sus consejos:

• “Para ser contador hay que tener la dominancia cerebral de ser lógico-analítico”. Por lo mismo, aconseja a los alumnos que, aun cuando dispongan del mejor sistema de cómputo del mundo, siempre conozcan el origen y las bases de la naturaleza de las cuentas contables. “Lo básico siempre va a existir”, reitera.
• “La tecnología puede fallar y nunca hay que confiarnos”. Y entrando en materia de transacciones electrónicas, su advertencia es siempre conocer con quién se hacen los negocios para evitar ser objeto de un fraude.
• “Si parecen contadores y les gusta la carrera, busquen un área de especialización y no traten de ser todólogos”. Y especialización, remata, va de la mano de educación continua.

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