Descubra cómo aprovechar al máximo el estilo de aprendizaje de cada uno de sus alumnos, así como los recursos cognitivos adecuados que les permitirán retener y entender mejor los conceptos que le transmite

¿Qué técnicas de estudio utilizar para cada estilo de aprendizaje?

Cada persona aprende de diferentes formas. Los estilos de aprendizaje–visual, auditivo y sensorial– se refieren al sentido que una persona utiliza en mayor medida para procesar los conocimientos.

Una prueba muy sencilla para evaluar el sentido que usamos con más frecuencia es responder la pregunta: ¿qué recordamos luego de que nos presentan a alguien? ¿Su cara (visual), su nombre (auditivo) o la impresión (kinestésico) que nos produjo?

Un estilo de aprendizaje determina a través de qué actividades y sentidos tendemos a absorber información más fácilmente: vista, oído, tacto, habla, la toma de notas o una combinación.

De acuerdo con el California Journal of Science, un estilo de aprendizaje consiste en una serie de características personales con las que se nace y se desarrollan conforme vamos creciendo. Determina, entre otras cosas, a través de qué actividades y sentidos tendemos a absorber información más fácilmente: la vista, el oído, el tacto, el habla, la toma de notas o una combinación de éstas.

¿Qué técnicas de estudio utilizar para cada estilo de aprendizaje?

Si bien estos estilos no definen de manera absoluta la forma en la que aprendemos, conviene conocer cuál es la tendencia que predomina en nosotros para buscar las formas de aprovecharla al máximo. Ingrid Mosquera Gende, maestra en Educación Infantil con maestría en Neuropsicología y Educación, afirma: “Todos tenemos un sentido favorito y podemos mejorar el aprendizaje si contemplamos esa preferencia sensorial”.

A continuación, presentamos un breve resumen de tres de los estilos de aprendizaje más conocidos. 

¿Qué técnicas de estudio utilizar para cada estilo de aprendizaje?

1. Visual

Si sus alumnos siempre toman apuntes en clase, subrayan y escriben en los márgenes de los libros, piensan en imágenes y visualizan con mucho detalle, es probable que recuerden mucha información con rapidez y relacione fácilmente ideas y conceptos.

Estos recursos podrían ser útiles para este tipo de alumnos: hacer diagramas, esquemas, videos educativos, documentales, consultar mapas, folletos, diccionarios, fotografías, emails, crucigramas, diapositivas, presentaciones en Power Point o mensajería instantánea.

¿Qué técnicas de estudio utilizar para cada estilo de aprendizaje?

2. Auditivo

En este estilo las fortalezas son hablar, escuchar, así como la capacidad para unir con rapidez ideas y elaborar conceptos abstractos. Si los estudiantes siguen muy bien instrucciones orales, estudian en grupo porque les gusta debatir y contrastar argumentos, se apoyan en grabaciones de audio para estudiar, repasan sus apuntes en voz alta y hablan con ellos mismos, seguro les va mejor en exámenes orales.

Los recursos que podrían servirles son debates cara a cara, canciones, dispositivos móviles, grabaciones de voz propias y de otros, documentales o asistir a conferencias.

¿Qué técnicas de estudio utilizar para cada estilo de aprendizaje?

3. Kinestésico

El estilo relacionado con hacer y tocar tiene preferencias por interactuar con los contenidos. Si el “canal” de aprendizaje de sus alumnos se orienta a las sensaciones y movimientos, es muy probable que los descubra haciendo dibujos o esquemas en lugar de copiar los apuntes al pie de la letra; estudien moviéndose y hagan pausas frecuentes, prefieran estudiar en grupo, respondan mejor a exámenes de laboratorio o que involucren prácticas. Notará que pueden relacionar los nuevos conocimientos con los que tenían y con la vida real.

Los recursos que les pueden ayudar son materiales como barro o plastilina, piezas de construcción, juegos de mesa, mapas, recetas, excursiones o visitas.

En consecuencia, podríamos preguntarnos si todos los alumnos deberían hacer la misma actividad o usar el mismo material. 

La mayoría de las personas exploramos los tres sistemas, pero potenciamos uno más que otros. Su desarrollo es proporcional al uso que les demos. Usar uno u otro no excluye al resto. Esto explica que, por ejemplo, un mapa sea útil para un alumno visual y para otro kinestésico. En consecuencia, podríamos preguntarnos si todos los alumnos deberían hacer la misma actividad o usar el mismo material. ¿Qué opina?

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17 / enero / 2024

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