Por lo regular, los dolores de cuello y espalda son producidos por las contracturas que afectan a la musculatura paravertebral, ya sea cervical, dorsal o lumbar. Aquí algunos tips para prevenirlo. 

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En los tiempos que vivimos, donde la mayoría de nuestras actividades requieren  de mucho esfuerzo y poco tiempo para realizarlas, mantenemos posiciones forzadas y/o viciadas. Es común que tengamos dolores de cuello y/o espalda. La mayoría de estos  dolores son producidos por las contracturas que afectan a la musculatura paravertebral, ya sea cervical, dorsal o lumbar.

Notamos con frecuencia que nuestros músculos están tensos e inflamados como piedras y que nos producen un dolor que en ocasiones nos impiden la movilidad.

Un factor de riesgo para que se produzcan las contracturas antes mencionadas es el estrés aunado a las malas posturas.

Pero, cómo el estrés afecta los músculos: El estrés genera un desorden bioquímico en el organismo que puede generar un aumento patológico del tono muscular (añadiendo una mala postura o posición estática por periodos prolongados), lo que conlleva a la contracción involuntaria del músculo, generando disminución de movilidad, dolor e inflamación.

Lo podemos esquematizar con el siguiente círculo vicioso:

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Para evitar las contracturas musculares de dicho círculo, existen diversas técnicas; pero recuerda, siempre es recomendable que acudas al personal de salud calificado para la valoración y tratamiento oportuno.

Recomendaciones para evitar contracturas:

  • Hacer ejercicio de manera progresiva.
  • No levantar pesos por encima de nuestras posibilidades.
  • Manipular las cargas de manera correcta.
  • No mantener la postura durante demasiado tiempo

¿Qué hacer si ya se presenta una contractura?

  1. Aplicar una compresa caliente durante 20 minutos sobre la contractura. Vigilar cada 5 minutos que la aplicación no produzca alguna quemadura. Si está muy caliente se puede colocar una toalla entre la compresa y la piel. Un método para hacer una compresa casera es el siguiente: Puedes utilizar un calcetín grueso, llenarlo a ¾ de su capacidad de arroz o lentejas, cerrar el extremo. Ponerlo en el microondas durante tres minutos y verificar que se esté satisfecho con el nivel de calor, en caso contrario, colocarlo en el microondas por unos minutos más.
  2. Puedes realizar un masaje “descontracturante” sobre la contractura: se realiza sin gel o aceite. Con tus dedos cordial e índice (también puedes usar el pulgar) debes presionar el área y hacer movimientos de manera transversal al músculo.
  3. Realizar estiramientos del músculo contractado para aumentar la movilidad de la fibra muscular.

Aquí algunos estiramientos para el musculo trapecio. Puedes realizar 10 repeticiones de  estos estiramientos.

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