¿Realmente es difícil estudiar ingeniería?

De todas las carreras existentes en la actualidad, las ingenierías están entre las más complicadas. Las razones para considerarlas así son múltiples, pero para cada una de ellas, también existe una razón para estudiarla. 

Además de que las ingenierías se caracterizan por tener una cantidad mucho mayor de materias relacionadas con las matemáticas, las demás clases incluidas en los programas educativos superiores también tienden a ser bastante complicadas.

En mi carrera, me he enfrentado con diversas materias que requieren leer bastante, conocer datos importantes y entrenar tu mente para que puedas entenderlas bien.

Y por si eso fuera poco, dentro de las diversas clases que se toman, es común encontrar problemas que requieren conocimientos de otras materias para resolverse, lo cual no hace más que enfatizar el hecho de que un estudiante de ingeniería tiene que desarrollar habilidades que le ayuden a aprender y comprender, para poder relacionar dichos saberes.

Sin embargo, como todo reto en la vida, grandes sacrificios conllevan también grandes satisfacciones, y puedo decir con seguridad que estudiar una ingeniería es uno de los logros más grandes de mi vida.

Por supuesto, todo eso no evita que te preguntes "¿qué tan difícil es realmente estudiar una ingeniería?". Como era de esperarse, la respuesta es un poco complicada, pero por eso aquí hay 3 puntos que debes tener en cuenta para saber si realmente es difícil estudiarla. ¡Comencemos!

1. Los conocimientos van de lo más sencillo a lo más complicado

Como cualquier área del conocimiento, en la ingeniería es necesario comenzar con los elementos más simples y a partir de ahí, ir escalando poco a poco hacia los elementos más difíciles o complejos.

No te voy a mentir, a lo largo de mi carrera, me he encontrado con temas que me han parecido muy difíciles, y luego de estudiar horas y horas parece que no puedo dominarlos. Sin embargo, con el tiempo me he dado cuenta que muchas veces estos problemas surgen por el hecho de que no tengo claros algunos conocimientos previos que son de vital importancia para comprender los temas más avanzados.

Por este motivo, es claro que la ingeniería en sí no es tan difícil como uno podría llegar a creer, sin embargo, es preciso que se logren dominar los conocimientos básicos, en especial en las materias relacionadas con las matemáticas, para que puedas continuar con tus estudios de manera exitosa y sin tropiezos.

Después que entendí eso, la mayoría de las clases que he tenido no me han resultado tan difíciles.

En pocas palabras, no es que la ingeniería en sí sea tan difícil, pero si no se comprenden los temas simples, es casi seguro que los temas complejos te resultarán laberínticos. 

2. Ahora hay más herramientas y recursos que nunca

Si la ingeniería en estos momentos es difícil, solo trata de imaginar lo complicada que era hace unas décadas cuando no había internet y teléfonos inteligentes.

Con los avances tecnológicos y la era de la cibernética, el acceso a la información necesaria para poder estudiar una ingeniería es mucho más fácil que nunca.

Aunque la información no es fácil de asimilar y requiere toda tu atención y estudio, plataformas como YouTube, Blackboard y diversas aplicaciones, hacen posible estudiar, repasar y aprender temas nuevos en cualquier lugar y a cualquier hora.

Además, gracias a las diferentes formas de comunicación instantáneas con las que contamos en estos momentos, es posible estar en contacto con compañeros e instructores de manera constante para así resolver dudas, hacer tareas y hasta compartir información de manera inmediata para así mejorar nuestro desempeño escolar.

Créeme que han sido muchas las veces en las que le he pedido a mis compañeros de clase que me ayuden o me orienten con algún tema en específico, y si no contáramos con esta tecnología, ¡quizás se me hubiera hecho imposible aprobar muchas de mis clases!

Por suerte, ese es un problema del que ya no tenemos que preocuparnos.

3. Un pequeño esfuerzo extra puede hacer una gran diferencia

Si bien este punto puede aplicar para cualquier carrera, para aquellos que decidieron estudiar ingeniería, es algo verdaderamente decisivo.

Con el uso de materiales extra o asistiendo a sesiones de estudio, asesorías y demás métodos alternativos, es muy fácil dar ese valor agregado que en ocasiones es necesario para concluir adecuadamente las materias que verás al estudiar ingeniería.

Basta con dedicar unos cuantos minutos extra al día para repasar los temas y estudiar las materias logrando que los contenidos sean más amigables y así puedas mejorar tu desempeño académico.

Además, te conviene practicar fuera de la escuela. Ahora que trabajo como pasante, he podido usar los conocimientos adquiridos en clase de una manera más constante, y así practicar en materias relacionadas con las matemáticas y otras enfocadas en mi carrera.

Gracias a estos hábitos, me ha sido posible mantener un buen promedio a lo largo de mis estudios.

En resumen, es fácil olvidar que la práctica hace al maestro y en un reto como lo es estudiar ingeniería, este refrán tiene mucho poder.

Es difícil, mas no imposible

Terminar una ingeniería es posiblemente uno de los retos más difíciles que puedes afrontar, pero con el esfuerzo suficiente y la dedicación necesaria, no solamente puedes hacerlo posible, sino también te será muy gratificante. ¡Te puedo asegurar que para mí lo ha sido!

Al final del día, son las cosas difíciles las que te hacen sentir orgulloso y en mi opinión, esa ya es una buena razón para terminar de estudiar una ingeniería.

Si eso no es suficiente para ti, quizás te seduzca el hecho de que las ingenierías son de las carreras mejor pagadas del mundo. ¡Ahí sí que vale la pena esforzarse!

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