¿Estás nervioso? Si presentarás el examen CENEVAL y te preocupan los resultados, estos tips súper poderosos para un examen CENEVAL exitoso serán de mucha ayuda.
Presentar un examen es uno de los momentos que puede generar mayor tensión y nerviosismo en una persona. ¿Alguna vez te sentiste con la mente en blanco o te quedaste estudiando horas la noche anterior y al momento del examen no recuerdas nada por los nervios y el desvelo? Si la respuesta es afirmativa, esto te interesa.
Es importante tomar en cuenta que cada prueba tiene su grado de complejidad e importancia y por ello cada una requiere estrategias de aprendizaje y técnicas de estudio diferentes. No es lo mismo presentar un examen bimestral o final para aprobar una asignatura, que un examen de ingreso, egreso o de nivelación de estudios como el CENEVAL.
En esta ocasión te compartimos algunos consejos para estas últimas pruebas, que normalmente son más extensas y que pueden definir tu futuro. Sin embargo, recuerda que todo tipo de examen requiere de atención particular y la preparación debe contemplar un plan de estudio útil que sea congruente con el objetivo que deseas lograr.
Vayamos a la acción: ¿Qué debes considerar, antes, durante y después de un examen tipo CENEVAL?
Top 10 súper poderosos para un examen CENEVAL exitoso
Antes del examen:
1. Identifica y pondera las áreas que debes considerar, de ser posible busca una guía de estudio que te permita valorar la importancia de cada una.
2. Realiza un plan de estudio, determina días y horarios, de acuerdo con la complejidad de cada área que aplicarás en tu examen. Utiliza un planificador, será mucho más visual y podrás marcar tus objetivos y logros.
3. Elige las técnicas de estudio para cada área: ejercicios prácticos, resúmenes, mapas mentales, infografías, exponer en voz alta a tus familiares y amigos, test, etc. No funcionará lo mismo para álgebra que para sociales.
4. Organízate y sé disciplinado con el plan que estableciste. Tal vez un día te puedas sentir más cansado o con ganas de salir, pero sabrás que si tienes un objetivo en mente, debes esforzarte por cumplirlo. Establece tus horarios de acuerdo a los momentos que tengas mayor rendimiento, así te quedará tiempo para el esparcimiento.
5. Establece el último repaso para cada área con una estrategia y técnica definida que te permita evaluar tus conocimientos. No trates de memorizar y dale prioridad a la comprensión. Una vez que diste tu repaso final, dale oportunidad a tu mente de relajarse.
El día anterior al examen:
6. Evita presionarte de más el día anterior a la aplicación. De nada sirve verificar que dominas todos los contenidos una noche antes, pues los nervios te pueden traicionar y podrías sentir que no estás listo.
7. Duerme mínimo 8 horas y no permitas que el estrés te impida descansar. Cuida tu alimentación durante este día y practica actividades de relajación o convivencia con tus amigos o seres queridos. ¡Ya estás listo para tu examen!
Durante el examen:
8. Revisa las instrucciones y realiza una lectura de comprensión general. Identifica el tiempo que tendrás para la aplicación y el tipo de preguntas que lo conforman. De esta forma tendrás más seguridad para contestar. Ahora, ¡concéntrate!
9. Distribuye adecuadamente el tiempo que tienes para responder el examen: lee con detenimiento la pregunta, analiza, enfócate en responder y, finalmente, asegúrate de que no quedó nada en blanco.
Después del examen:
10. ¡Relájate, te lo mereces! Espera tus resultados tranquilo y confía que has dado lo mejor de ti. No te sugestiones ni corras a revisar los temas que venían en el examen, dale un respiro a tu mente.
¿Y qué hago con los nervios?
¡Claro! No todo se basa en el estudio. Existen otras condiciones que influyen en el desempeño de un examen: las emociones, las condiciones fisiológicas, la organización del tiempo, la memorización y la incertidumbre que genera esperar un resultado. En este sentido, lo más importante es tener confianza en ti mismo e identifiques las áreas de oportunidad que tienes para poderlas atacar.
Por ejemplo, si te cuesta concentrarte al estudiar por estar pensando en otras cosas o porque te atacan los nervios, quizá debas buscar un espacio de estudio que te permita estar tranquilo, sin distractores, valora si te funciona estudiar con un poco de música o cada cuánto tiempo debes hacer una pequeña pausa para despejar la mente. Además, aunque no lo creas, existen algunos tips un poco extraños pero super efectivos para disminuir los nervios. ¡Chécalos aquí!
Y lo más importante, gestiona tus emociones negativas, convéncete de que los nervios o la ansiedad solo bloquearán los procesos de pensamiento: la seguridad es indispensable y debes confiar en que ya estás más cerca de tu siguiente meta profesional.
Recuerda que si el resultado no es el que esperabas, siempre encontrarás una nueva alternativa después de identificar lo que aprendiste y lo que debes mejorar. ¡Nunca te des por vencido!
Sabemos que estos tips de estudio te van a ayudar porque tenemos más de 50 años de experiencia formando profesionales. ¡Mucho éxito!