Es uno de los esquemas laborales más demandados por universitarios y hay muchas cosas que vale la pena aclarar al respecto.
Tal vez una de las mayores ventajas que tienen los estudiantes universitarios e incluso algunos recién graduados, es tener la posibilidad de colaborar con alguna compañía como becario. Alrededor de los becarios existen varios mitos y realidades de los que necesitamos hablar, tanto para desmentirlos como para seguir posicionando positivamente esta modalidad laboral.
Lo primero es tener claro a qué se refiere la palabra becario. Regularmente se refiere a estudiantes a la mitad o por concluir sus estudios que buscan experiencia laboral. En eso no hay discusión. El problema llega cuando hablamos de cómo se remunera este trabajo.
En realidad, el término becario implica que de alguna manera se está apoyando a la persona que realiza esta labor (así como las becas académicas que seguro conoces). Algunas empresas les dan un apoyo económico para transporte o como salario, aunque los montos pueden variar muchísimo.
Sin embargo, la realidad es que el esquema de los becarios en muchos casos se ve como una opción económica de mano de obra.
“Por desgracia estos jóvenes pueden llegar a ser la opción económica de las organizaciones, lo que hay que tomar en cuenta es que si estas personas no son contratadas bajo términos adecuados, sucede lo mismo que cualquier trabajador”, dijo Margarita Chico, directora y fundadora de Trabajando.com, a la revista Alto Nivel.
Así que, como aspirante a ser becario, debes tener claro que es tu derecho percibir una remuneración de algún tipo, así como tareas y actividades asignadas de manera clara. Te decimos aquí cuáles son los mitos de ser becario que debes superar ya para comenzar tu vida laboral desde que estás en la universidad:
1. Serás el que “saca las copias” o “va por el café y los encargos”. Muchas empresas hoy en día tienen programas de liderazgo joven, en los que se enfocan a desarrollarte como becario con miras a convertirte en un profesional hecho y derecho.
Si llegaras a colaborar con un lugar en donde sientes que no explotan tu potencial ve y habla con tu superior sobre esto. No te dejes intimidar con amenazas o regaños. Es tu derecho.
2. Es trabajar “de a gratis”. Es un tema polémico, y cada empresa sabrá como ofrece sus vacantes de becario. Pero sí existen formas en las que las empresas pueden pagarte el trabajo que realizas. Es falso que nunca se le paga a un becario.
3. Te van a contratar cuando te gradúes. Puede ser delicado este punto, pues muchas empresas aclaran que para que esto suceda dependen muchas cosas y no todos garantizan una contratación al final de tu periodo como becario o cuando termines tus estudios. Siempre pregunta este punto a tu posible reclutador para tenerlo claro, pues lo importante es tener las cartas sobre la mesa y que tú puedas tener con toda transparencia los datos. Recuerda que lo más importante es que te desarrolles como profesional y obtengas experiencia real y probada.
4. Es tan demandante que tendrás que dejar de estudiar. Pues no, en realidad el puesto de becario es un esquema de medio tiempo que justamente está pensado para estudiantes.
Si el trabajo llegara a comenzar a afectar tu desempeño académico puedes platicar con tu superior y comentarle que, aunque necesitas la experiencia profesional, también son prioridad tus estudios.
5. No vas a aprender nada relacionado con tu carrera. Esto depende completamente de ti. Desde elegir correctamente la empresa a la que quieres aplicar hasta asegurarte de que tu empleador te esté asignando las tareas adecuadas para tu desarrollo. Recuerda que en la medida de que seas un becario propositivo y dedicado, estará el que obtengas experiencia valiosa para tu vida profesional.
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