¿Por qué es importante analizar el entorno de una organización?
Es de vital importancia que una organización no solamente conozca y analice su entorno, sino que se adapte a las tendencias del mismo, pues de ello dependerá el éxito que tenga en la consecución de sus objetivos. Igualmente, es necesario recalcar que debe existir concordancia entre el entorno, la estrategia e, incluso, el diseño de la estructura organizacional. Es tarea del administrador que todo esté bien alineado.
Los factores del ambiente interno y externo afectan, unas veces positivamente y otras de manera negativa, a las instituciones. Condiciona y modifican la operación de las mismas. Por esta razón, es medular identificar dichas fuerzas, para potenciar las favorables y minimizar o, incluso, evitar las que no lo sean.
¿Cuáles son esas fuerzas del entorno organizacional?
El medio ambiente de una empresa se puede clasificar en dos grandes rubros:
- El ambiente interno que es fruto de la relación entre trabajadores, dueños y socios, así como también de las decisiones que se tomen al interior de la organización.
- El ambiente externo que se subdivide en: microentorno (ambiente específico de tarea) y macroentorno (ambiente general). La gran diferencia entre uno y otro radica básicamente en lo siguiente:
- El microentorno está compuesto por tres principales fuerzas: proveedores, clientes/consumidores y competencia, las cuales tienen un efecto inmediato sobre las decisiones de los gerentes. Sin embargo la empresa tiene relativa injerencia o control sobre las mismas.
- El macroentorno está compuesto por cinco principales fuerzas: socio-culturales, tecnológicas, económicas, político-legales y naturales. Estos factores pueden tener un impacto realmente fuerte en la empresa. Sin embargo, la organización carece de injerencia o control sobre las mismas, poco puede hacer para modificarlas y su tarea debe estar enfocada en intentar anticiparse a los cambios y adaptarse cuando estos surjan.
Aterricemos todo lo anterior en un interesante ejemplo: la invención de Napster.
La industria de la música descargada vía electrónica no siempre existió. Anteriormente, si estabas interesado en adquirir exclusivamente una canción no había otra opción que comprar un CD con varias canciones donde se incluyera la de tu interés. Por lo regular, este producto venía envuelto en papel celofán precisamente para no permitir al consumidor hojear en su interior, de tal suerte que tenías que pagar una suma considerable por todas las canciones (malas y buenas) incluidas en el disco, aunque tú sólo estuvieras interesado solamente en una.
El mercado de descarga de música vía electrónica se lo debemos a un muchacho que con tan sólo 18 años revolucionó esta industria: Shanw Fanning, creador de Napster. Fanning tuvo la visión de identificar los cambios que se estaban gestando en los consumidores de música, los cuales buscaban un sistema de adquisición más amigable y justo. No podemos dejar de mencionar que, para que se diera este gran salto, existieron una serie de variables tecnológicas que lo permitieron, se produjeron computadoras con rapidez y mayor capacidad de almacenamiento, con unidades “quemadoras” de CD´s. El Internet jugó igualmente un papel muy importante para el éxito de esta industria.
Las implicaciones político-legales no fueron poca cosa. Por ejemplo, la Recording Industry Association of America demandó a Napster por violaciones a las leyes de derechos de autor (copyright).
Si analizamos las fuerzas competitivas tendríamos que hablar sin duda de las casas productoras como Sony y Universal que formaron una empresa conjunta llamada Pressplay para hacer frente y adaptarse a estos cambios revolucionarios. Apple no se quedó atrás con la primera iMac que adoptó el software iTunes para bajar, mezclar y quemar tu propia música.
Ahora puedes darte cuenta lo importante que es que los administradores conozcan y analicen el entorno de las organizaciones para anticiparse y responder de manera coherente ante ellos. Esto hace la diferencia entre el fracaso o el éxito de un negocio. ¿Puedes pensar en otro buen ejemplo?
Por: Pamela Cruces, Profesor titular de Administración