La deserción en la educación superior es un problema a gran escala. Conozca cómo guiar a su hijo a seguir con su formación cuando él ya no quiere estudiar la prepa
Si usted ha escuchado esta sentencia puede ser que esté espantado o, por lo menos, un poco ansioso. Que no cunda el pánico, aquí le damos consejos prácticos para abordar la situación.
Luz María González Rosas, maestra de las Licenciaturas en Pedagogía y Psicología en la UNITEC y experta en terapia familiar sistémica, nos plantea que debemos analizar tres variantes cuando una situación como ésta se presenta:
1. La situación familiar
Para Luz María es importante que se analice la situación académica en casa, es decir, si nosotros como padres no contamos con carrera universitaria y hemos sacado adelante a una familia, ¿por qué entonces nuestro hijo no podría hacer lo mismo? De ahí que tengamos que darle argumentos de peso de por qué es importante estudiar, como, por ejemplo, hacerle ver que con el grado de estudios podrá obtener trabajos mejor remunerados.
2. Cuidado con el “camino fácil”
“Para muchos chavos es más importante ‘tener’ más que ‘ser’, de ahí que le den tanta importancia al dinero. Para muchos jóvenes el tener implica menor esfuerzo y la escuela implica un mayor esfuerzo”, comenta Luz María, y aconseja a los padres el estar siempre al pendiente de los hijos: “Lo importante es que no se vayan por el camino fácil… por el dinero fácil, pues eso puede llevar a situaciones críticas, como actos de delincuencia”.
3. Presión excesiva
“Existen situaciones en las que los jóvenes se sienten increíblemente presionados por padres que cuentan con estudios y que son muy exitosos en lo que hacen. Ante estos escenarios los padres deben tener cuidado de no presionar en demasía a los hijos para no hacerlos sentir que ‘tienen la vara muy alta’”. Luz María hace hincapié en no obligar a los hijos a seguir el camino de los padres, es decir, si usted proviene de una familia de médicos, su hijo no necesariamente querrá estudiar medicina, así que debe dejarlo encontrar su propio camino.
¿Cómo ayudo a mi hijo?
Según Luz María, lo primero es analizar con cuál de estas situaciones me siento más identificado y sobre eso tomar medidas adecuadas. Ahora bien, independientemente de la situación en la que se encuentre, tome en cuenta lo siguiente:
- Escuche a su hijo: olvídese de los sermones, preste atención a lo que su hijo le dice, las preguntas que se hace, sus inquietudes, sus deseos…
- No trate de controlarlo: lo importante es ayudarlo a tomar la mejor decisión, pero la decisión debe venir de él.
- Cuide las reacciones viscerales: sea siempre lo más ecuánime posible y no se deje llevar por la rabia o el enojo.
- Pida apoyo si lo requiere: si como padre considera que necesita de la ayuda de un profesional, no dude en acudir a él.
Una buena educación es la mejor herencia que se le puede otorgar a un hijo. Conozca más de las ventajas que brinda una prepa universitaria como Prepa UNITEC.