¿Tienes un fin de semana libre? ¡Estupendo! Disfrútalo visitando unos de los 10 Pueblos Mágicos del Estado de México.
Sin duda alguna que la naturaleza, la historia y la cultura han sido generosas con el Estado de México. Y es que, a pesar de ser una de las entidades menos extensas de la República Mexicana (con una superficie de 22,350 km2), su territorio alberga a 10 Pueblos Mágicos, lo que lo convierte en el estado con mayores destinos dentro de este programa turístico.
Esta riqueza de lugares resulta enormemente conveniente para los habitantes de la Ciudad de México y su zona metropolitana, pues bien pueden aprovechar un fin de semana, un puente vacacional o un día festivo para darse la vuelta por algunos de estos sitios, sin requerir mucho tiempo por los traslados y sin gastar demasiado dinero. A tan solo un par de horas de la capital del país, pueden encontrar una decena de comunidades provinciales pintorescas y coloridas que engalanan el mapa turístico mexicano y hacen del Estado de México el 5° destino turístico del país.
Ahora, hagamos un recorrido virtual por esos 10 pueblos Mágicos.
Aculco
Tristemente célebre por la primera derrota que sufrieron las tropas independentistas comandadas por don Miguel Hidalgo y Costilla, en la Batalla del Monte de las Cruces, aquí se ubica el “Palo Bendito”, donde el cura Hidalgo ofreció una misa en agradecimiento por conservar la vida después de tan cruenta batalla.
Declarado como Patrimonio Mundial de la UNESCO, en 2010, este Pueblo Mágico no solo se distingue por sus coloniales edificaciones; también por ser un portentoso pueblo cantero, donde se pueden encontrar trabajos tallados en piedra rosada.
El Oro
Es una de las antiguas glorias mineras de esta entidad, cuyo mayor auge fue entre finales del siglo XIX y principios del XX. Alcanzó una fama mundial al obtenerse de sus yacimientos el oro puro jamás conocido, y en tal cantidad, que solo estuvo detrás de las legendarias de Transvaal, una desaparecida comunidad africana.
De clima frío y húmedo, la arquitectura de este Pueblo Mágico tiene influencia europea, como el Palacio Municipal y el Teatro Juárez, lugar que en su mejor época fue escenario de estrellas operísticas como “El Gran Carusso”.
El Oro también ofrece opciones de recreación turística como las presas Victoria Brockman, espacios ideales para pescar, pasear a caballo, andar en bicicleta o en cuatrimoto. Asimismo, es uno de los puntos de arribo de las mariposas monarca que emigran cada año desde Canadá.
Ixtapan de la Sal
Uno de los destinos más concurridos del Estado de México es este Pueblo Mágico, conocido por su espléndida arquitectura colonial y su parque acuático de aguas termales curativas, el más grande de Latinoamérica, rodeado de vegetación y de cómodas instalaciones.
En general, a lo largo del pueblo puedes encontrar centros de medicina alternativa, que aprovechan las propiedades curativas de las aguas termales para brindar tratamientos contra diversas enfermedades.
Malinalco
Gracias a su cercanía a la Ciudad de México, se ha convertido en el sitio perfecto para escapar de la rutina. Con su abundante vegetación y su templado clima, es el enclave de numerosos centros de reposo, spas, pequeños hoteles de lujo, museos y restaurantes.
Por las calles de corte colonial del este Pueblo Mágico circulan vehículos conocidos como “chicharras”, hechos de rejillas jaladas por una motoneta, que llevan a los turistas a conocer las numerosas capillas del pueblo o el sitio arqueológico de Cuauhtinchán, ubicado en la cima del Cerro de los Ídolos.
En los alrededores de Malinalco se pueden realizar actividades ecoturísticas como tirolesa, senderismo, rapel y aerothlón, una combinación de carrera a campo traviesa, vuelo en parapente y ciclismo de montaña.
Metepec
Al mencionarse el nombre de este Pueblo Mágico, de inmediato salta a la mente su alfarería y la imagen que le da identidad a sus artesanos: Los árboles de la vida. Para adentrarse en la extensa obra alfarera de este pueblo hay que visitar el Museo del Barro y el Centro de Desarrollo Artesanal.
De clima frío, aunque agradable, los barrios de Metepec están tapizados de pintorescas construcciones con paredes de colores brillantes y techos de teja roja, que albergan galerías de arte, tiendas de artesanías, restaurantes, bares y cafeterías. Pero también son muestra de su fuerte tradición religiosa, manifestada a través de sus múltiples templos, dedicados a los santos que amparan a los lugareños.
Tepotzotlán
Como parte del Camino Real de Tierra Adentro, este Pueblo Mágico fue declarado, por la UNESCO, como Patrimonio de la Humanidad. Su riqueza histórica y cultural es prueba fehaciente de ello.
Por sus coloniales calles sobresalen sus templos católicos, así como el Museo Nacional del Virreinato. Este imponente recinto alberca más de 34 mil piezas de cerámica, 4 mil libros, además de pinturas, esculturas, enconchados y arte plumario.
No se te olvide visitar la Hostería del Convento, donde tiene lugar una de las tradiciones más representativas de Tepotzotlán: las pastorelas navideñas.
San Juan Teotihuacán
Su nombre lo dice todo y es el imán que atrae a miles de turistas nacionales y extranjeros: es su sitio arqueológico, legado de una antigua civilización donde se crearon el Sol y la Luna, y considerado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, desde 1987.
Este admirado sitio data desde casi 500 años antes de Cristo y llegó a tener 400 hectáreas y 20 mil habitantes. En él se han catalogado e identificado varias zonas que están abiertas al público y a la investigación.
Para apreciar sus pirámides en todo su esplendor, no puede faltar tomar un paseo en globo aerostático, bajo el intenso color azul del cielo y sus caprichosas nubes.
San Martín de las Pirámides
Es “primo hermano” de San Juan Teotihuacán, ya que su denominación de Pueblo Mágico se lo debe a su proximidad con el sitio arqueológico de Teotihuacán.
Lo que ofrece este poblado son antiguas casonas de piedras, construcciones eclesiásticas, centros de descanso y los atractivos naturales del Cerro Gordo. Además, aquí puedes adquirir bellas piezas de artesanía, creaciones en piedras semipreciosas o talladas en madera.
Valle de Bravo
A poco más de 150 kilómetros de la Ciudad de México, esta localidad es una oportunidad para disfrutar de las atracciones de los grandes clubes de playa sin salir del centro del país.
La vida entera de este Pueblo Mágico fluye alrededor de su lago, donde navegan los mejores veleristas del país. Aquí, también pueden jugar o practicar el jetsurf, con una tabla motorizada ultraligera y de alta tecnología.
Pasear por el centro del pueblo es de lo más gratificante, recorriendo calles empedradas por casitas de fachada roja que albergan, tiendas de artesanías, galerías de arte, restaurantes y museos.
Villa del Carbón
Con un escenario tranquilo y colonial, este Pueblo Mágico es ideal para descansar y disfrutar en medio de un paisaje boscoso natural, aderezado por un agradable clima que ronda los 20°C.
Para los amantes del alpinismo, una visita obligada es el Cerro de la Bufa. Punto y aparte son sus centros recreativos y parques acuáticos, para nadar, pasear en lancha y pescar.
Además de sus textiles, este lugar es famoso por sus trabajos en piel, tanto así que es considerada como la capital mundial del botín charro.
Si estudias una Licenciatura Internacional en Turismo y Reuniones, en la UNITEC, tu campo de acción puede ser tan diversificado como los de estos Pueblos Mágicos. ¡Te invitamos a conocernos!