Turismo y nuevas tecnologías se han convertido en dos inseparables aliados. Hoy, en el Día Mundial del Turismo, conoce cómo la transformación digital ha revolucionado al sector turístico.
¿Qué tiene ver el pueblo de Tequila con la transformación digital? Nada en apariencia; es más, hasta suenan como conceptos diametralmente opuestos. Y es que mientras Tequila nos recuerda a ese Pueblo Mágico de Jalisco que vio nacer a la bebida nacional por excelencia, la transformación digital nos remite a un proceso revolucionario, que ha tenido como motor propulsor a las herramientas tecnológicas. Sin embargo, y contra lo que pudiera pensarse Tequila y transformación digital van de la mano, transitando por un camino estratégicamente planeado. ¿Cómo? Después de seguir un riguroso proceso de evaluación y plan de acción, este pueblo jalisciense se incorporó al proyecto Destinos Inteligentes, impulsado por la SEGITTUR, un organismo de origen español que promueve la innovación del uso de las tecnologías de en la industria turística.
Es así que, desde 2017, Tequila forma parte, junto con Cozumel, de este selecto grupo de “Destinos Turísticos Inteligentes” que la SEGITTUR reconoce, convirtiéndose también en el primer “Pueblo Mágico Inteligente de México”. Pero lo interesante es que este es el principio de un proceso que tiene más etapas y que se dirige, para el año 2040, hacia un ambicioso objetivo: buscar ser considerada como una “Ciudad Inteligente”. Mientras tanto, este Pueblo Mágico de Jalisco ya cuenta con Wifi gratuito en su primer cuadro, de una app en la que se difunden los espacios turísticos de interés, así como de un sistema de smartpoints, para monitorear su flujo de visitantes, orientarlos, publicitar su oferta y planear su desarrollo turístico. En pocas palabras, en un ambiente de armonía conviven la tradición legendaria y la vanguardia tecnológica.
La revolución turística
El tema de Tequila y su reconocimiento como Destino Turístico Inteligente viene al caso por una simple y sencilla razón: hoy, 27 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Turismo, y para conmemorarlo la Organización Mundial del Turismo (OMT) ha escogido, para este 2018, como lema central “Turismo y transformación digital”.
Como muchos lo hemos visto, los sucesivos avances en las telecomunicaciones, la informática, la base de datos, la Internet, las redes sociales, la tecnología móvil e inalámbrica, los sistemas de posicionamiento global, los teléfonos inteligentes, entre otras muchas cosas, han provocado que las personas y las organizaciones estén conectadas, intercambien información y realicen transacciones de una forma que nunca antes habíamos imaginado.
Toda esta revolución ha impactado a todos los sectores productivos y sociales, y el turístico no ha sido la excepción. De hecho, el turismo no solo ha sido un testigo sino un protagonista de estos cambios. Basta recordar que fue uno de los primeros sectores en los que los procesos empresariales se digitalizaron a escala mundial, puesto que se puede considerar que las reservaciones de los vuelos aéreos y de hoteles en línea fueron de las iniciativas pioneras en el ámbito digital.
Hoy en día, el impacto de la tecnología en el turismo es innegable: impacta desde qué destino escogemos para nuestras vacaciones, hasta lo que hacemos cuando estamos allí, pasando por la etapa posterior de la experiencia.
Si lo duda, hay un estudio de Google Travel que asegura que 74% de los viajeros de placer planean sus travesías por Internet, mientras que solo 13% recurren a la tradicional agencia de viajes. Y otro dato que abona a la afirmación anterior: según TripAdvisor, 45% de los usuarios emplean su teléfono inteligente para todo lo relacionado con sus vacaciones.
Las tecnologías de la información y de la comunicación ha traído consigo a un turista digital que está más informado, que es más autónomo, que está hiperconectado, que es un cliente exigente que interactúa y busca nuevas experiencias. Del otro lado, también ha provocado que las entidades del sector turismo, sean públicas o privadas, hagan un uso imprescindible de estas herramientas para realizar sus labores de gestión, de logística, de distribución y de marketing. Es, como dicen en el argot de negocios, un ganar-ganar.
Y lo que viene…
Así como los teléfonos inteligentes han transformado a las telecomunicaciones y a los medios de comunicación, un modelo integral de viajes inteligentes revolucionará al turismo, incluyendo visados, fronteras, procesos de seguridad e infraestructuras inteligentes. Con la consolidación de estas herramientas, los viajeros podrán reservar un vuelo y obtener su boleto en línea, pasar por controles de seguridad automatizados e, incluso, validar su ticket electrónicamente para subir al avión.
Si la transformación digital ha propiciado que se facilite cada vez más la experiencia de los viajes, contribuya a eliminar trabas y aumentar su calidad, a nivel empresarial también facilitará la innovación y el replanteamiento de los procesos, con el objetivo de hacer frente a problemas como la estacionalidad, la masificación y el desarrollo de destinos más inteligentes.
En cuanto al medio ambiente, la digitalización también puede tener un efecto positivo, toda vez que los avances en la fabricación, los activos inteligentes y el uso eficiente de los recursos contribuirán a que la huella ecológica del sector sea más sostenible.
A manera de ejemplo, y focalizando este fenómeno solo en términos económicos, recurrimos a unos datos que aporta la OMT y que afirman que, entre 2016 y 2025, la digitalización en la aviación, los viajes y el turismo:
- Generarán ingresos de hasta $305 mil millones de dólares en el sector turístico, provocado por el aumento de rentabilidad.
- Transferirán ingresos del orden los $100 mil millones de dólares de ámbitos tradicionales de sector a nuevos competidores.
- Aportarán beneficios por $700 mil dólares a favor de los consumidores y la sociedad, mediante la reducción de la huella ambiental, las mejoras en materia de seguridad y protección, así como el ahorro de tiempo y costos.
Una reflexión…
Toda vez que el sector turístico ha estado en la primera línea de la disrupción digital, también cabe contemplar que, como todo proceso, el cambio tecnológico es exponencial. Esto supone que la llamada “industria sin chimeneas” debe seguir innovando y sus diferentes actores deben colaborar, en forma constante, para ser competitivos.
Por otra parte, y dado que el turismo tiene un carácter intersectorial, su grado de responsabilidad es mayor para utilizar el cambio tecnológico y la digitalización en favor de un futuro económica y socialmente más sostenible, más inclusivo, y más respetuoso con el medio ambiente.
Esta reflexión es más válida hoy que se conmemora el Día Mundial del Turismo 2018. Y también nos da pie para recurrir al mensaje que Zurab Pololikashvill, secretario general de la OMT, lanza esta jornada y que llama a que la incorporación de los avances digitales y la innovación brinde al turismo oportunidades para aumentar la inclusión social, el empoderamiento de las comunidades locales, y el uso eficiente de los recursos en la gestión. “La transformación digital –asevera— traerá beneficios para todos, y nuestra labor es asegurarnos de que el turismo haga su aportación a este compromiso global.”
Y a manera de mensaje final, dejamos en la mente y el corazón de todos los que conforman el engranaje de la industria turística un frase del secretario general de OMT:
“Celebremos el Día Mundial del Turismo reafirmando nuestro compromiso de que la tecnología y la innovación cimenten la capacidad del turismo de servir a todos”.
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