Para entrar en tema, explicaré la importancia de un plan de negocios y cómo romper con esas barreras que no nos dejan emprender nuestro negocio.

El primer mito por romper es que creemos que nuestra idea es tan buena que va a ser fácil emprender, crear el producto, ganar a la competencia, conquistar el mercado, controlar el negocio, no requerir de mucha inversión, no necesitar de socios, y que daremos un precio bajo para ganar terreno.

Todas estas ideas, aunque no son negativas, hasta cierto punto son falsas y, cuando el emprendedor se da cuenta que crear la empresa no es lo que esperaba, “tira la toalla”.

Ante todo, lo primero que hay que tener en cuenta es que crear una empresa es difícil. Sin embargo, la primera verdad que también hay que tener en cuenta es que crear una empresa es posible. Y, para ello, es tan importante hacer un plan de negocios.

Un plan de negocios sirve para aterrizar la idea, organizar el proyecto y materializar la empresa, tomando en cuenta los procesos necesarios (RH, CO, VE, Finanzas, Operación, etcétera) y lo que va a costar cada uno, ya que todo conlleva un gasto y un costo, que es la inversión inicial y constante del negocio.

En el proceso y armado de la empresa en el plan de negocios, algo imprescindible es la observación, las encuestas, las estadísticas… todos los datos que generan información, ya que ellos te dan el poder de decidir, por medio de planes de acción, con acciones preventivas y correctivas. Todo esto, con la finalidad de reducir riesgos al momento de sacar al mercado el producto o servicio.

En el plan de negocios lo más importante es interpretar el punto de equilibrio, que es el punto donde la empresa no pierde ni gana. En este sólo hace frente a sus costos fijos y variables y, una vez obtenido, se genera la ganancia: utilidad por unidad vendida (esa unidad extra vendida es una utilidad neta). Sobre eso se genera la estrategia de ventas.

Una incubadora de empresas te ayuda, por medio de asesorías y un plan estructural, para crear este plan de negocios y no perder de vista todos estos aspectos importantes, como la cultura, el sistema político y todo lo relativo en cuestiones legales.

Hay que tomar en cuenta que la venta sólo es la punta del iceberg; la organización de tu empresa es todo lo que está en el fondo. Dirigir, controlar, organizar habiendo ubicado tus procesos administrativos y la mejora continua de éstos, será trabajo cotidiano en una empresa.

Una empresa requiere constancia, compromiso, apego, sacrificio, tiempo, creatividad, inversión, búsqueda, tolerancia, capacidad de análisis, dominio del tema y capacidad de interpretación.

Por Lic. Alan Vinicio Valdovinos Martinez, Coordinador Académico de Ciencias de la Comunicación y Mercadotecnia, UNITEC Campus Ecatepec

 

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