Quítate ideas erróneas de la cabeza y prepárate para ir al nutriólogo. Te preparamos para tu primera visita.
Hoy 27 de enero celebramos el Día del Nutriólogo y me siento muy afortunada de tener una profesión tan noble como la nuestra, ya que somos quienes promovemos la prevención y cura de enfermedades a través de los alimentos y del comer, que solamente después de respirar, representa el acto más importante y cotidiano para poder vivir.
Actualmente, cuidar nuestra alimentación y aprender a comer no es una cuestión de lujo, es una prioridad ya que nuestra salud o falta de ésta, en gran medida comienza con lo que comemos.
Entonces si es algo tan necesario, ¿por qué la gente se resiste a acudir con un experto en la materia?
- Mucha gente todavía cree que el ir al nutriólogo es sinónimo de privación o castigo, sin embargo, un buen nutriólogo no te va a prohibir comer lo que más te gusta, te va a enseñar a comer y a equilibrar lo que comes, ya que es sólo mediante la educación, como se logra el cambio de hábitos.
- Otras personas creen que el nutriólogo les va a dar una dieta muy estricta, complicada de seguir o incluso con alimentos muy caros, pero no, un buen nutriólogo te va a diseñar un plan de alimentación adecuado a tus gustos, costumbres y economía.
- Otros creen que se van a sentir juzgados, pero algo que se nos enseña cuando estudiamos la carrera en Nutrición es a escuchar, comprender y a brindar una la solución a tu problema.
- Muchos no asisten porque creen que los van a regañar si no logran el objetivo, no obstante, un buen nutriólogo no regaña, te encamina a lograr tus objetivos y te motiva hasta alcanzarlos.
- Otras personas creen que porque ya han leído revistas de moda que dan consejos sobre qué se debe comer y qué se debe evitar, saben mucho de nutrición y no necesitan un experto, sin embargo, hay que tomar en cuenta que en muchos casos se manejan intereses comerciales, además de que brindan recomendaciones generales y no personalizadas. En una consulta seria recibirás información precisa basada en tus necesidades, aprenderás a leer las etiquetas, elegir ingredientes, y a no ser presa fácil de estrategias publicitarias confusas.
Por último, no está de más recordar que cada nutriólogo tiene su estilo y su personalidad (como en cualquier otra profesión o especialidad). Por tanto, es aconsejable seleccionar a uno con el que te sientas a gusto y le puedas tener confianza. En todos lados hay profesionistas serios y no tan serios, además de experimentados y no tan experimentados. Por tanto, al elegir a un nutriólogo, es aconsejable que te asegures que tenga cédula profesional y buenas recomendaciones.
Dejemos atrás los mitos y las excusas para no consultar a un experto en alimentación. Atrévete a dar el primer paso para una vida saludable, y acércate a un especialista en Nutrición que te evalúe de manera correcta y pueda guiarte de manera individual y personalizada.