Conoce más acerca de la labor de un chef ecónomo y su importante función en el proceso fotográfico y de presentación de un producto alimenticio.
Todas las fotos de productos que vemos, en libros, revistas, catálogos, empaques, recetarios y promocionales, se ven apetitosos, coloridos, que provoca querer cocinarlos al momento en casa. Se presentan además en una excelente vajilla y utilería, con toques que pueden ser: modernos, clásicos, infantiles, de fiesta, minimalistas o retro, son producto de una especialidad en cocina conocida como “maquillaje de alimentos”, es un arte.
Se necesita tener conocimiento de la química culinaria y saber de fotografía, publicidad, encuadre y por supuesto de gastronomía. Cuando se dice que la gastronomía es un arte, las personas piensan que solo es cocinar, mezclar o seguir una receta, pero realmente va más haya de esto. Un chef ecónomo busca lograr emociones y sentimientos en el comensal.
Los alimentos como imágenes de presentación deben contar con un tratamiento visual distinto. El maquillaje debe resaltar el color, las sensaciones y las texturas. Es el lenguaje mediante el cual se puede expresar armonía, creatividad, felicidad, belleza, poesía, complejidad, magia, humor y provocación, para ello se utilizan un conjunto de técnicas que permiten generar una mejor presentación del platillo a fotografiar, pueden transformar un plato común y corriente en el centro de atención, donde resaltan los detalles más pequeños, así pues el maquillaje de alimentos requiere de una serie de elementos que permite cumplir con su objetivo fundamental que es el de crear un "antojo" por medio de la sola vista del comensal, cuidando la estética de los alimentos para una sesión fotográfica publicitaria, pero sin engañar al público, es decir, se muestra el ángulo más sublime de un platillo sin que deje de ser el mismo.
El maquillaje es una técnica de la gastronomía que nace en los Estados Unidos por las altas demandas publicitarias de productos, buscando atraer mayor número de consumidores. En la actualidad se requieren más ecónomos en las casas productoras, buscando satisfacer la necesidad del cliente.
Los llamados publicitarios se hacen interminables, si no se conocen todos los trucos y técnicas de preparación de alimentos para lograr platillos muy bien estructurados, que vendan y trasmitan lo que el cliente o marca quiere.
Un alimento sin publicidad no genera un impacto en el consumidor, por esto el “maquillaje de alimentos” se ha vuelto una tendencia gastronómica actual.
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