Cada 16 abril, se celebra a nivel internacional, el Día Internacional del Emprendimiento, fecha que tiene por objetivo dar a conocer la relevancia económico-social que tiene el emprendimiento; así como celebrar el espíritu innovador, fomentar el espíritu “entrepreneur” e impulsar la generación de nuevas empresas desde la idea de negocio y hasta la puesta en marcha. Es día que permite dar visibilidad a todos los emprendedores, sus emprendimientos y sus impactos.
Steve Jobs, Bill Gates, son algunos de los emprendedores más destacados de las últimas décadas, fundadores de gigantes como Apple o Microsoft; empresas que un día iniciaron como pequeños negocios que fueron los pioneros de una nueva generación de empresas innovadoras, de escalamiento rápido, centradas en las necesidades y problemáticas de un mundo cambiante, hoy conocidas como Startups. Como ellos, hoy en todo el mundo, miles de emprendedores tratan de poner en práctica sus ideas de negocio enfrentándose a grandes retos y arduos cominos, realizando aportaciones incalculables a la sociedad, a la economía, a la ciencia y a la tecnología; por ello la importancia de esta celebración, de este reconocimiento.
En México, conforme a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se estima que existen 4.9 millones de PyME´s en el país; tan sólo en el 2022, conforme a datos del DENUE, se crearon más de 5 millones unidades de negocio, cifras que hablan de un país con gran espíritu emprendedor. Sin embargo, se conoce que el 33% de las nuevas empresas fracasan en el primer año y solo un 35% sigue funcionando luego de 5 años, lo que lleva a preguntarnos, ¿qué pasa con el espíritu emprendedor?, acaso se desvanece con el tiempo, es sólo una moda o un efecto temporal.
Lo cierto, es que emprender implica más que solo detectar una oportunidad y plasmarla en una idea de negocio, en un Plan de Negocio o idea un Modelo de Negocio, implica adquirir y desplegar una serie de conocimientos, habilidades y recursos para su puesta en marcha, asumiendo un liderazgo y responsabilidad tanto del éxito como del fracaso. Bajo este contexto lleno de incertidumbre y ávido por encontrar una guía certera en el camino del emprendimiento, las Incubadoras de Empresas han jugado un papel fundamental en la formación de emprendedores exitosos en los últimos años.
Las Incubadoras de Empresas Universitarias, cumplen con un doble papel, por un lado, el de fomentar una cultura del emprendimiento entre su comunidad como parte del quehacer y la formación universitaria, brindando formación y desarrollo de habilidades que permita desarrollar iniciativas empresariales que transformen a las comunidades, resuelvan retos sociales, ambientales o económicos, entre otros; y por el otro lado, son las encargadas de catalizar el éxito empresarial, impulsar la innovación y el desarrollo tecnológico industrial, disminuir la incertidumbre y el fracaso en los emprendimientos, esto mediante la oferta de servicios de asesoría, consultoría especializada, mentoría, acceso a infraestructura, recursos tecnológicos, recursos intelectuales, redes de contacto, redes de negocio y fuentes de financiamiento.
Conforme a la encuesta nacional de egresados 2022, organizada por el Centro de Opinión Publica de la UVM, indica que el alrededor del 10% de los egresados decidió emprender un negocio, de tipo comercial (56.4%) o de servicios (40.7%).
En los últimos años, el interés en el emprendimiento ha incrementado, logrando que hoy 5 de cada 10 jóvenes visualicen al emprendimiento como parte de su plan de vida y carrera. Sin embargo, a pesar de este incremento en el interés en el emprendimiento, menos del 1% de los estudiantes matriculados a nivel universitario deciden estudiar y emprender al mismo tiempo; ya que consideran que el emprendimiento requiere de mayor formación y dedicación a pesar de que emprender en esta etapa infiere grandes ventajas como menores compromisos familiares y económicos, apoyo de una red familiar o construcción de redes de contacto de alto valor.
Estas estadísticas expresan la necesidad de seguir fomentando el espíritu del emprendimiento desde el inicio en la vida estudiantil de nuestros universitarios, acciones que requieren de mayor difusión. Desde de la Red de Incubadoras de Empresas de la UNITEC, se trabaja en que los jóvenes descubran las habilidades en las que tienen mayor facilidad (destrezas) y sus pasiones, para que las usen como su principal herramienta en el descubrimiento de ideas de negocio viables. Con más de 20 años de trayectoria, más de 400 empresas creadas en estos años, y más de 5,000 emprendedores capacitados al año, las Incubadoras de Empresas de la UNITEC cuenta con diversos programas para apoyar a los emprendedores del país, incluyendo asesoría, consultoría, formación empresarial, acompañamiento estratégico, acceso a fuentes de financiamiento, redes de colaboración, difusión y networking, entre otras; elementos importantes que permiten a los emprendedores la visión necesaria para potenciar su crecimiento.
La actividad emprendedora es un factor clave del desarrollo y recuperación económica, es una de las estrategias más certeras para apoyar la recuperación posterior a los años de pandemia por COVID-19 que han frenado las economías del mundo; sin embargo, aún se identifica una necesidad clara y apremiante para mayor inclusión y acceso a recursos tecnológicos, humanos, intelectuales y de capital para emprender, una mayor política pública que lo fomente e Instituciones, como las Universidades, que lo promuevan.
La Organización de las Naciones Unidas, ONU, indica que “un crecimiento económico inclusivo y sostenido puede impulsar el progreso, crear empleos decentes para todos y mejorar los estándares de vida”. La actividad emprendedora, puede brindar soluciones a muchos de los problemas más importantes del mundo, desafíos económicos, ambientales y sociales; por ello que, en su día, no solo reconocemos y celebramos a los emprendedores, sino que agradecemos sus aportaciones y distinguimos a todos los organismos, organizaciones y universidades que los apoyan y que hacen posible su éxito.