Los pescadores de la costa norte del Perú continúan, después de miles de años, con la construcción de esta rudimentaria embarcación. Hoy es considerada como Patrimonio Cultural de la Nación.
Nos ubicamos en el poblado de Huanchaco, en la ciudad de Trujillo, hacia el norte de Perú. Esta bellísima ciudad, ubicada a la orilla del Océano Pacífico, es un balneario que se ocupa generalmente para relajarse los fines de semana con la familia. En ella, también, encontramos una de las actividades más antiguas y endémicas de la ciudad: la pesca.
Lo sorprendente de esta visita es que vemos los pescadores de Huanchaco llevan a cabo sus labores sobre una rudimentaria embarcación llamada “caballito de totora”. Esta embarcación, dicen algunos, se viene utilizando desde el año tres mil antes de Cristo y se ha conservado, hasta hoy en día, como una herencia de las culturas Mochica y Chimú, quienes la han transmitido de generación en generación.
El famoso caballito de totora es una embarcación liviana, manejada por sus expertos pescadores, los cuales la construyen de forma artesanal con sus propias manos. Reciben este nombre porque se elabora a partir de los tallos de la totora, una planta (como un junco) que se cultiva en los totorales, que son pozas semiprofundas a las orillas de una playa o lago.
Los caballitos de totora se pueden apreciar en la playa sin ninguna supervisión, debido a que nunca se han robado una embarcación. Los pescadores están muy orgullosos de seguir con esta milenaria tradición, ya que ha prevalecido desde sus ancestros prehispánicos incas, de quienes se cuenta que la utilizaban para un deporte semejante al surf y con el que los pescadores surcaban las olas. Por todo ello, hoy en día es considerado un Patrimonio Cultural de la Nación.
Los legendarios secretos de la embarcación
Por lo general, el caballito de totora mide de tres a cuatro metros de largo y tiene un ancho de 0.6 a 1 metro. Cuando está seco puede llegar a pesar entre 40 y 50 kilogramos, y puede soportar hasta 200 kilogramos de carga útil. Además, está diseñado para transportar a una persona.
Esta singular embarcación consta de cuatro partes principales: dos que le denominan “hijos” y que son las partes más robustas y de menor tamaño; a las dos partes que restan se les llaman “madres”, porque soportan el peso de los hijos.
En esta visita nos cuentan que, en la elaboración del caballito de totora, lo primero que se debe hacer es el corte del tallo que, posteriormente, se deja secar hasta por 20 días.
Una vez seco, se comienza con el armado de bastones madre, sujetando las totoras con la tirana (cuerda delgada). Cada tallo se acomoda en sentido opuesto a la otra, para que el pescador las sujete fuertemente y, una vez terminado con los bastones madre, se procede en la misma forma, pero con los bastones hijos
¿De dónde proviene la denominación madre e hijos? Esto se debe a la función que realiza cuando los bastones hijos son sometidos a presión sobre los bastones madre que se encuentran en la parte superior, de tal modo que los bastones madre se expanden dando la sensación de cobijo y protección a los hijos.
Según nos explicaron, en el armado del caballito de totora se debe tener mucho cuidado con dejar el espacio idóneo para la caja de la embarcación, donde se colocará la pesca con una capacidad de hasta 50 kilogramos, la cual se encuentra en la popa. Las puntas o proa van bien ajustadas, de tal modo que, una vez avanzado, el armado de la embarcación empieza tomar su forma tradicional. Al finalizar, se ajusta por segunda vez con las tiranas, haciendo la unión de los bastones hijos con el bastón madre, y se sujeta con tal presión para que no se desarme con el oleaje del mar.
Esta embarcación tiene un límite de tiempo, ya que funciona hasta que los tallos se humedezcan y absorban demasiada agua. Cuando esto sucede, tienden a hundirse por lo cual resultan inservibles. Es por eso que se dejan secar al sol.
Si tienes la oportunidad de visitar Perú, no dejes de acudir a este lugar tan mágico, donde podrás conocer a los milenarios caballitos de totora. Será, te lo garantizamos, una experiencia única e inigualable.
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