Vida universitaria
Descubre por qué la instauración de juicios orales da certeza y confianza a la ciudadanía.
¿Por qué es importante la instauración de los juicios orales en México? Para responder esta pregunta, UNITEC entrevistó a dos expertos en la materia, quienes nos dieron valiosos puntos de vista.
“100 años de llevar un mismo procedimiento, escrito y privado, es motivo suficiente para cambiarlo”, indica Erick Hernández Rauda, doctor en Derecho Penal por el Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas y catedrático de posgrado en la UNITEC. Su visión es compartida por Tomás Javier Barajas, Maestro en Derecho Penal por la UNITEC, quien precisa: “La instauración de juicios orales en México da certeza y confianza a la ciudadanía al ver cómo se está resolviendo y aplicando la justicia en nuestro país”.
Hernández Rauda, autor del libro “El ABC de las audiencias orales en materia penal” indica cuatro cambios benéficos derivados del nuevo procedimiento:
- Todos los jueces estarán presentes en todas las audiencias (antes el proceso se llevaba ante secretarios, mecanógrafos y demás personal del juzgado, y al último se veía al juez).
- Todo lo que se haga en relación con un caso se ventilará ante el público presente.
- Se respetará el derecho a la defensa y a la participación activa de los defensores, quienes tendrán oportunidad de exponer su argumentación y de presentar sus pruebas en igualdad con el Ministerio Público.
- Para garantizar equidad, al Ministerio Público se le quitará esa “fuerza” que tenía de autoridad, igualándose a la figura del defensor.
¿Igual que en EU?
Tomás Javier Barajas, quien posee certificación de la Secretaría Técnica del Consejo de Coordinación para la Implementación del Sistema de Justicia Penal (SETEC) para la impartición de juicios orales, apunta dos diferencias en relación con el sistema de juicios orales de Estados Unidos (sí, ese que hemos visto en películas o series de televisión, con estrado y público presente), para no creer que la impartición de justicia es igual al norte y al sur del Río Bravo:
- En Estados Unidos, un juez dirige la audiencia, pero quien resuelve son ciudadanos comunes sin ningún conocimiento de Derecho (jurado popular).
- En México, la impartición de justicia depende de una persona experta en el área de Derecho.
Hernández Rauda complementa que en los juicios estadounidenses juegan un papel importante el sentimiento, el buen hablar, el llevar argumentos histriónicos para convencer a ciudadanos, mientras que aquí solo es válida la argumentación jurídica.
¿Solo los buenos oradores triunfan?
“No es tan cierto que los estudiantes requieran capacidades de oratoria, pues esta tiene que ver con el poder de convencimiento a través de lo que expongas. En cambio, es indispensable la argumentación jurídica, la cual implica saber citar un fundamento”, precisa Hernández Rauda, quien agrega que México requiere expertos con alta capacidad argumentativa y de comprensión: “Se dice que hay que saber hablar muy bien, pero el sistema también está basado en saber escuchar. Es vital permanecer concentrado durante varias horas y compilar toda la información para crear un argumento”.
Por su parte, Barajas indica que las nuevas habilidades que sí deben tener los estudiantes son tres: raciocinio, elocuencia y argumentación jurídica. “En otras palabras: saber qué hablar y cómo decir las cosas”. Añade que el alumno de Derecho debe amar la justicia, ser responsable y tener espíritu investigador, pues en este nuevo modelo “todos nos convertirnos en investigadores y debemos darle al juez más herramientas”.
En este sentido, universidades como la UNITEC ofrecen importantes ventajas para sus estudiantes, como el manejo de la práctica a través de simulaciones de audiencias. Para ello se cuenta con salas de juicios orales tanto para derecho penal como familiar, civil, mercantil, laboral, fiscal y administrativo. “Les damos las competencias para que egresen con práctica y no sólo como alumnos de teoría”, concluye Barajas.
Sabías qué…
- Las salas de juicios orales en ambientes universitarios (empleadas con una buena metodología), son una herramienta fundamental para el entrenamiento de futuros abogados.
En un salón simulador se puede trabajar (de forma improvisada y lo más cercana a la realidad) la argumentación, la capacidad de comprender información abundante en tiempo breve y la capacidad de expresarse en público.
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