La ingeniería detrás de los coches de Fórmula 1

La competencia de autos de Fórmula 1 le debe grandes innovaciones a la ingeniería. Conoce cómo interviene esta rama del conocimiento en la categoría estelar del automovilismo.

La ingeniería le ha brindado a la humanidad máquinas fabulosas, inventos impresionantes y soluciones a problemas que, sin ella, seguramente jamás habríamos podido resolver. Como por ejemplo, la invención de la rueda.

Una de las cosas más interesantes y maravillosas de la ingeniería es el hecho de que está inmersa en casi todos los aspectos de la vida, incluso en muchas ocasiones ni nos damos cuenta de su presencia.

La construcción de estructuras en eventos deportivos, espectáculos y hasta la fabricación de objetos de uso cotidiano, está ligado de manera muy estrecha a la ingeniería.

Al igual que los equipos de computación y las fábricas, existen deportes que nunca hubiesen podido existir sin la participación de la ingeniería. Uno de los casos más evidentes es la Fórmula 1.

Para practicar el automovilismo se requiere del uso de maquinaria de un altísimo nivel de rendimiento mecánico. Para que te des una idea sobre cómo funcionan estos coches, el récord de la velocidad más alta alcanzada en una carrera es de 372,6 km/h. Una impresionante marca conseguida por el colombiano Juan Pablo Montoya en el año 2005.

Han pasado ya 13 años desde ese nuevo récord y, como resultado de nuevos estudios y adelantos científicos, los automóviles de Fórmula 1 ahora son más aerodinámicos y potentes. ¿Te gustaría saber cómo funcionan? ¡No dejes de leer!

Todos para uno y uno para todos

Como cualquier máquina, un auto de Fórmula 1 requiere que todas sus partes funcionen de manera armónica y conjunta para que cumpla su objetivo de manera exitosa. Cada una de estas partes no solamente es útil, sino imprescindible, ya que a pesar de ser un deporte apasionante, también es uno de los más riesgosos a causa de las grandes velocidades que estos coches pueden alcanzar.

Por eso, para cuidar la integridad física de los pilotos, los ingenieros se ocupan de que los mecanismos de seguridad de los automóviles puedan soportar impactos a velocidades superiores a los 300 km/h.

El motor

Los motores forman parte de nuestra vida cotidiana, al punto que muchos de los artefactos domésticos que tenemos en nuestras casas como ventiladores y lavadoras, cuentan con motores eléctricos. Se conforman generalmente de 2 partes: una que genera energía por medio de combustión de gasolina y otra más pequeña, que genera movimiento por medio de electricidad. Esto para asegurar que todos los procesos que necesitan llevarse a cabo en el auto se logren de manera exitosa y, a la vez, no disminuir la potencia del mismo.

Por su parte, los motores que fabrican los ingenieros de la Fórmula 1 son muy distintos al que poseen las máquinas que tenemos en nuestro hogar. Un ejemplo claro de las importantes diferencias que existen es que, en 2017, la escudería Mercedes logró mejorar su motor, el cual desarrolló tanta potencia que superó los 1000 caballos de fuerza.

Con esa potencia de arranque un automóvil de Fórmula 1 tarda 2.6 segundos en alcanzar los 100 km/h. Ese nivel de exigencia es resultado del trabajo de ingenieros talentosos que año con año se superan a sí mismos. 

La física es muy importante

Al ser un deporte en el que la velocidad es un factor crucial, es lógico pensar que la física estaría presente en todo momento y es totalmente cierto. Esta ciencia está involucrada más de lo que la mayoría de la gente se imagina.

En primer lugar, por el factor que representa la aerodinámica, la cual es la ciencia que estudia el movimiento de los cuerpos y la resistencia de los mismos ante la fluctuación del aire en contra de ellos. Por este motivo es importante que los ingenieros que diseñen y fabriquen estos automóviles lo hagan teniendo en cuenta la naturaleza de dicha resistencia.

Luego tenemos la inercia, la cual es la característica de los cuerpos en movimiento que poseen la tendencia de mantener dicho movimiento. Uno puede pensar que la mayoría del tiempo esta situación favorece a los pilotos, pero puede no ser tan cierto, porque al momento de maniobrar entre las curvas, en muchas ocasiones, la inercia dificulta que los coches no se salgan de la pista. Por eso, se ven obligados a reducir la velocidad para desplazarse de manera segura.

Los materiales

Como ya lo mencionamos antes, en la Fórmula 1 la velocidad es un factor determinante, por eso, para los ingenieros, es muy importante valorar qué materiales deben usar para ensamblar los automóviles. La capacidad que tengan estos materiales para soportar la velocidad, aceleración y el peso del motor es vital para que su rendimiento sea el esperado. Si los materiales son demasiado livianos, puede que los coches no tengan la potencia necesaria para lograr su objetivo o que la misma fuerza del motor destruya el automóvil.

Generalmente, los autos de Fórmula 1 están creados con 2 materiales:

• Acero para el chasis;
• Fibra de carbono para la carrocería.

Si bien la fabricación hace los coches más veloces y aerodinámicos, son los materiales los que completan su fabricación y permiten que los campeonatos de Fórmula 1 se celebren cada año.

La interfaz

Finalmente, pero no menos importante, tenemos los mandos de los automóviles de F1. Al ser máquinas tan potentes que requieren ser usadas con gran destreza y precisión, los controles que se utilizan para manejar los automóviles de Fórmula 1 son piezas de tecnología sorprendentes.

Los volantes de estos coches son tan sensibles que controlan la dirección de las llantas con precisión atómica. Además, los diferentes mecanismos que utilizan son controlados por computadoras avanzadas y veloces. 

Toda una hazaña de la ingeniería

La mayoría de los espectadores de la Fórmula 1 piensan en la habilidad de los pilotos al momento de presenciar una carrera, pero, indudablemente, los ingenieros que están detrás de la fabricación y ensamblaje de los automóviles también son héroes, la diferencia es que no reciben tanto reconocimiento.

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